De Polo game a River Raid. Carol Shaw, primera diseñadora de videojuegos de ordenador

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Carol Shaw, la primera diseñadora de videojuegos profesional, pasó por Atari y Activision, dos empresas míticas del mundo de los videojuegos.

Carol Shaw. Imagen: Captura de pantalla en YouTube.

Pionera del diseño de videojuegos, Carol Shaw no solo es considerada la primera mujer diseñadora de videojuegos profesional, sino que además es la creadora del legendario juego River Raid para Atari 2600.

A pesar de ello, dejó el mundo de los videojuegos para crear ordenadores capaces de trabajar en la gestión de reservas de avión o la bolsa de Nueva York de manera fiable y, más adelante, retirarse definitivamente a los 35 años.

Matemáticas y videojuegos

Con talento natural para las matemáticas, que le valieron varios premios durante su etapa preuniversitaria, Carol Shaw llegó a la Universidad de Berkeley sin tener muy claro qué es lo que quería estudiar, pero siendo capaz de programar en BASIC.

En el instituto de California al que asistía había una sala de ordenadores y en clase de matemáticas tenían que escribir pequeños programas en BASIC. Según cuenta, le intimidaba ir a la sala, ya que “parecía que eran mayoritariamente chicos quienes la usaban”. También allí jugó a videojuegos por primera vez, concretamente, a Star Trek basado en texto.

Una vez en la universidad, sin tener muy claro qué quería hacer y con varios cursos terminados, incluidos uno de programación y otro de ingeniería civil, finalmente se licenció en Ingeniería Eléctrica y Ciencias de la Computación en 1977.

Computer Space. Imagen: Wikimedia Commons.

Tal y como cuenta ella misma, cuando era joven no había videojuegos como tales, pero una vez en la universidad jugó al primer videojuego arcade: Computer Space. El aparato estaba en el campo de minigolf al que iban a jugar. Además, había varios arcades en el Stanford Student Union y la propia Carol Shaw tuvo un RadioShack con el que jugaba a un juego parecido al Pong.

Tras licenciarse, continuó su preparación con un máster en Ciencias de la Computación en la misma universidad. Antes de terminar el máster hizo varias entrevistas de trabajo y, finalmente, se decantó por Atari porque, según explica, trabajar programando y jugando a videojuegos le parecía una perspectiva divertida.

Fue contratada pese a no haber diseñado un videojuego antes y no haber terminado el máster (le faltaba un último proyecto que terminó mientras trabajaba). Su experiencia programando y con el lenguaje ensamblador fueron las razones que llevaron a Atari a contratarla. Una vez allí, se convirtió en la única mujer diseñadora de videojuegos de la empresa. Y la primera a nivel mundial.

Esto no pasó desapercibido, ya que Ray Kassar, presidente de Atari, durante un tour por los laboratorios vio a Carol Shaw y exclamó: “¡Oh, por fin! Una mujer diseñadora, puede hacer cartuchos de combinación de colores de maquillaje y decoración de interiores”.

Videojuegos y vaivén de empresas

En aquella época los juegos los hacía una sola persona: diseño, programación, gráficos y sonido. El primer proyecto de Carol Shaw en Atari fue un juego de polo para una campaña publicitaria de una nueva colonia de Ralph Lauren. A pesar de terminar el juego y enviarlo, no recibió ningún tipo de feedback y el juego no salió a la venta hasta años después.

El primer juego diseñado por Carol Shaw que salió a la venta fue 3D tic tac toe, un cuatro en raya en 3D. Después llegó Video Checkers, un juego de damas. A estos proyectos le siguió la adaptación del juego Super Breakout a la consola Atari 2600 y también creó una calculadora para Atari 800.

Tras dos años en Atari, en 1980 abandonó la empresa para trabajar en Tandem. La industria de los videojuegos estaba sufriendo un bache y trabajar en Atari no era tan divertido como solía, según explica ella misma. De manera que cuando un antiguo compañero de Atari le propuso unirse a él en Tandem, cambió de trabajo.

En la nueva empresa no se dedicó a los videojuegos, sino que utilizó sus conocimientos de lenguaje ensamblador para trabajar en un procesador. Su etapa en Tandem, sin embargo, fue efímera. Menos de año y medio después de empezar allí, recibió una llamada desde Activision (empresa creada por un grupo de ex trabajadores de Atari) invitándola a unirse a su equipo.

A principios de 1982 Carol Shaw fichó por Activision donde creó el que fue el mayor éxito de su carrera: River Raid. Se trata de un juego de acción en el que el objetivo es avanzar río arriba controlando un avión que va acabando con los enemigos que se van presentando.

River Raid. Imagen: Atari Mania.

Pese a la sencillez del juego, era innovador ya que incluía novedades como movimiento en los cuatro lados de la pantalla, un motor de inteligencia artificial para que los enemigos se cruzasen en el camino en el momento oportuno o cambios de velocidad del vuelo.

Este juego supuso un vuelco en la tipología de los juegos que diseñaba. Y lo que hay detrás del cambio de Carol Shaw hacia el diseño de juegos de acción es una entrevista de trabajo con la empresa Imagic.

En la misma época en la que la entrevistó Activision, Carol Shaw hizo una entrevista con la empresa Imagic, donde la rechazaron por no tener experiencia desarrollando juegos de acción. Eso es lo que la empujó a desarrollar un juego de acción como River Raid cuando empezó a trabajar en Activision. El juego fue un éxito rotundo con más de un millón de ventas.

Tras el éxito de River Raid pasó a trabajar en un juego de puzles: Happy Trails y algún que otro proyecto para distintas plataformas. Pero una acumulación de circunstancias (bajón en la industria de los videojuegos, problemas económicos de la empresa, presión autoimpuesta para generar otro éxito, estrés…) hizo que Carol Shaw decidiera dejar Activision.

Y volvió a Tandem. Allí trabajó para mejorar la fiabilidad de las máquinas que trabajaban con la gestión de reservas de avión o la bolsa de Nueva York, por ejemplo. Tras seis años en la empresa, en 1990 y con 35 años, decidió retirarse.

Los ingresos por el éxito de River Raid, sus inversiones y un mejor puesto de trabajo de su marido, Ralph Merkle, permitieron a Carol Shaw retirarse sin preocupaciones económicas.

Desde entonces las labores de voluntariado han ocupado su tiempo e, incluso, durante una temporada llegó a trabajar a tiempo parcial para el Foresight Insititute.

Referencias

Sobre la autora

Ziortza Guezuraga, periodista y colaboradora de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

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