La historia de Hertha Marks Ayrton es la de una persona que rompe y desea liberarse de los grilletes de la sociedad de su época. Antagonista de lo ideal, vivió persiguiendo sus metas y fiel a sus convicciones. Profesionalmente fue ingeniera, matemática, física e inventora; en su vida personal: esposa, madre y feminista.
Hertha nació en el seno de una familia judía en la Inglaterra de 1854, bajo el nombre de Phoebe Sarah Marks. Durante su adolescencia, participó activamente en los movimientos del sufragio feminista y también rehusó de las creencias religiosas de su familia, declarándose agnóstica. Por ello, cambió su nombre por Hertha, diosa de la fertilidad y la Madre Tierra según la mitología Teutona. La elección del nombre fue inspirada por el poema de Algernon Charles Swinburne, donde Hertha se proclama vida y madre y no diosa ni creadora y, por ello, más auténtica que cualquier dios.
Pudo escolarizarse gracias a sus tíos y después estudió en Cambridge. Sin embargo, debió terminar sus estudios en matemáticas en la Universidad de Londres, dado a que entonces Cambridge no graduaba a mujeres. Por eso mismo tuvo que abrirse paso en la ciencia a través de la invención, llevándola a publicar 26 patentes. Grandes figuras de los movimientos feministas de la época, como Louisa Goldsmid y Barbara Bodichon, financiaron sus investigaciones permitiéndole producir varias de estas patentes.
Su primer invento trascendente fue un calibrador que permitía dividir una línea en un número deseado de partes iguales. Aunque la idea originalmente se concibió para que los artistas pudiesen cambiar la escala en sus obras, cobró mucho interés por sus aplicaciones entre arquitectos e ingenieros.
Con el tiempo, sus inquietudes se encaminaron hacia la física, y durante sus estudios en el campo de la electricidad, conoció a su profesor William Edward Ayrton, viudo con quien posteriormente se casó.
Fruto de esos estudios, surgieron las investigaciones que realizó sobre el arco eléctrico. Y son las que la condujeron a una mayor aceptación en la sociedad científica. El arco eléctrico es una descarga que se produce entre dos electrodos de forma que se genera luz y calor. Aunque hoy en día el arco eléctrico se utiliza en los soldadores, por aquel entonces, se utilizaba como fuente de luz artificial de gran intensidad, mucho más brillantes que las bombillas incandescentes, y es en esta aplicación donde ella propuso sus mejoras. Las patentes de Hertha permitían fabricar arcos eléctricos más estables, duraderos y silenciosos al descubrir cómo afectaban a su funcionamiento factores como el voltaje, la distancia entre los electrodos y el oxígeno que entra en contacto con los electrodos. Las conclusiones se publicaron en The Hissing of the Electric Arc (El silbido del arco eléctrico) en 1901. Su visión capaz de entender el conjunto y de unificar conceptos, queda inequívocamente plasmada en esta obra:
Ella fue la primera mujer a la que se le permitió dar una ponencia en la IEE (Insitución de Ingenieros Eléctricos) y también la primera en ser aceptada como socia. En cambio, a pesar del interés que causó, no se le permitió exponer su trabajo personalmente en la Royal Society –tuvo que hacerlo un hombre por ella– ni tampoco se la admitió como socia, a pesar de que el tema estuvo sobre la mesa.
A pesar de ello, la Royal Society la galardonó con la medalla Hughes en 1906 por sus investigaciones sobre el arco eléctrico y sus posteriores trabajos sobre mecánica de fluidos, en los que Hertha se interesó por la formación de las ondulaciones y formas de la arena y la formación de olas en el agua. Durante estas investigaciones, inventó un ventilador capaz de recrear los remolinos de aire característicos del desierto. Aunque no tuvo mucho éxito, Hertha propuso que se utilizara durante la Primera Guerra Mundial para disipar gas, producto de las nuevas tecnologías bélicas: la guerra química.
Además de su prolífica carrera científico-inventora, Hertha continuó participando en movimientos feministas y apoyando abiertamente el sufragio de la mujer. Apoyó y alojó a muchas mujeres bajo su techo y su posición, entre ellas a Marie Curie cuando se puso en duda que su trabajo fuese producto de su marido más que suyo.
En definitiva, fue una mujer que se interesó por el arte, quiso dar luz al mundo y entender su forma. Cuidó y sacó adelante a sus hijos, sus amigos y sus ideas. Vivió honrando el nombre que escogió para sí misma.
Bibliografía
- Larry Riddle, Hertha Marks Ayrton, Biographies of Women Mathematicians, Agnes Scott College
- Pam Hirsch, Hertha Ayrton, Jewish Women Encyclopedia
- A. Ford (1999). First Lady. IEE Review 45 (4) 155-158
Sobre el autor
Manuel San Martín Fernández de Heredia (@Cieniciencia) es microbiólogo y divulgador.
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