Érase una vez, hace más de mil años, una niña llamada Fatima. Vivía en la ciudad de Kairúan, rodeada por el desierto. ¿Su historia es una leyenda o existió realmente Fatima? Mohamed Mezzine, historiador de la ciudad de Fez, opina que se trata de un personaje ficticio, un símbolo del importante rol que desempeñaban las mujeres en aquella época. A Fatima se le atribuye la construcción de la primera universidad que continúa funcionando…
Érase una vez, a principios del siglo XXI, una joven arquitecta, Aziza, a la que se le encargó restaurar la biblioteca de la universidad levantada por Fatima…
Fatima Al-Fihri (¿?-880) –conocida como Oum al Banine, madre de los chicos– fundó la primera institución de educación superior del mundo, la Universidad de Qarawiyyin (Fez, Marruecos), durante el reinado de la dinastía idrísida.
Era originaria de Kairúan (Túnez), y emigró siendo muy joven a Fez, al norte de Marruecos. Su padre era un rico comerciante, del que Fatima y su hermana Mariam heredaron la gran fortuna familiar. Para honrar el nombre de su progenitor, las dos hermanas invirtieron su patrimonio en un proyecto que fomentara el desarrollo de su comunidad: construyeron (en el año 859) una madrasa en la que se empezó a reforzar la educación de jóvenes, y que se convirtió en un importante motor intelectual del país.
Se considera a esa madrasa –la Universidad de Qarawiyyin– la institución universitaria más antigua en activo, aunque muchos expertos estiman que, en realidad, se convirtió en una verdadera universidad en el año 1947, bajo la administración colonial francesa.
El gobierno de Marruecos está restaurando esta institución y, en mayo de 2016, su magnífica biblioteca –accesible hasta ese momento solo a un reducido grupo de personas expertas– abrió sus puertas al público en general.
Y precisamente otra mujer, la arquitecta Aziza Chaouni, ha sido la responsable del complejo proceso de restauración de esta biblioteca. Se ha tratatado de una transformación complicada, ya que se ha debido adaptar un espacio muy deteriorado a los usos del siglo XXI, conservando al mismo tiempo valiosos manuscritos con más de diez siglos de antigüedad. Estos documentos no estaban protegidos ante los cambios de temperatura o humedad: una gran colección de antiguos libros recopilando siglos de conocimientos en campos tan diversos como la teología, las leyes, la gramática o la astronomía.
Aziza ha intentado mantener el equilibrio entre los espacios originales y la integración de nuevas tecnologías sostenibles –paneles solares para la energía, recolección de agua para riego de jardines, etc–. La arquitecta ha cuidado además las fuentes originales en el patio de la biblioteca, que forman parte de una extensa y antigua red de la ciudad.
Tras más de tres años de trabajo, esta magnífica biblioteca está abierta a cualquier persona que desee visitarla. Quien lo haga podrá trabajar en su estancia de lectura, asistir a alguna ponencia en la sala de conferencias, consultar libros, o tomar un café… y todo ello muy cerca del laboratorio de restauración de documentos y de una amplia colección de libros ‘raros’.
Nota
Un especial agradecimiento a Esperanza Lopez por llamarnos la atención sobre la restauración de esta biblioteca.
Más información
- Fatima al-Fihri, Wikipedia
- Aurore, Fatima El Fihriya : fondatrice de la plus vieille université encore active du monde, Lallab, 15 octubre 2016
- Karen Eng, Restoring the world’s oldest library, IdeasTed, 1 marzo 2016
- Leah Schnelbach, Now You Can Visit the Oldest Library in the World, Tor, 13 junio 2016
- Raquel C. Pico, Esta es la biblioteca más antigua del mundo que aún sigue operativa, Librópatas, 21 junio 2016
- Santiago Campillo, La primera universidad del mundo la fundó una mujer, Hipertextual, 19 julio 2016
Sobre la autora
Marta Macho Stadler es doctora en matemáticas, profesora del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaboradora en ::ZTFNews y la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.
2 comentarios
Esa biblioteca debe ser una maravilla, por su contenido con tantos libros antiguos, y por el contiente, un edificio que parece de gran belleza. Interesante artículo, Marta.
Gracias, Carolina. La historia de Fatima es emocionante, sobre todo pensar en que en aquella época y en los derechos de las mujeres… y en los retrocesos.
Abrazos