La inferioridad mental de la mujer es el título, en su traducción al castellano, del panfleto Über den physiologischen Schwachsinn des Weibes –Sobre la imbecilidad fisiológica de la mujer– publicado en 1900 por el neurólogo y psiquiatra alemán Paul Julius Moebius (1853-1907).
La versión en castellano que he podido conseguir es la publicada en 1982 por la Editorial Bruguera, traducida por Adan Kovacsics Meszaros, y con una amplia introducción (escrita en 1977) de la feminista italiana Franca Ongaro Basaglia. Incluye los prólogos de las ediciones segunda a octava –en los que Moebius refuta los juicios negativos recibidos en las anteriores ediciones– y una recopilación de las críticas positivas y negativas que recibieron las tesis defendidas por el autor en el texto.
Existe una versión española traducida y prologada por Carmen de Burgos (Ed. Sempere, 1904), que no he localizado, pero intentaré conseguir, porque contiene numerosos comentarios a pie de página refutando las tesis de Moebius.
La enfermedad neurológica llamada síndrome de Moebius debe su nombre a Paul Julius Moebius, que trabajó fundamentalmente en neurofisiología y endocrinología. Sin embargo, en La inferioridad mental de la mujer, sus ‘argumentos científicos’ para demostrar esa deficiencia intelectual se basan en otros autores de la época y en estudios relacionados con el peso y las características del cerebro –por supuesto, comparado con el de un varón, que se consideraría como ‘normal’–. Algunos de los argumentos que utiliza Moebius para probar la afirmación que da título al panfleto se deben a estudios del médico y criminólogo Cesare Lombroso (1835-1909) –y su hija, la médica y escritora Gina Ferrero (1872-1944)– y a teorías del anatomista Nikolaus Rüdinger (1832-1896).
Debajo reproduzco algunas de las consideraciones –sexistas, racistas, misóginas y vejatorias– defendidas por Moebius:
Podría seguir reproduciendo comentarios despectivos y crueles de Moebius hacia las ‘mujeres modernas’, las ‘viejas’ y las feministas, pero pienso que la muestra anterior es suficientemente elocuente. En un momento en el que las reivindicaciones de las mujeres se hacían cada vez más frecuentes –igualdad de salarios, entre otros–, era preciso ‘ponerlas en su sitio’ mediante un alegato ‘científico’. Recomiendo la lectura del artículo ¿Cerebro femenino, cerebro masculino? de Carolina Martínez Pulido, muy relacionado con este tema.
Algunas personas pensarán que han pasado muchos años, que La inferioridad mental de la mujer es un texto de 1900, que la situación ha mejorado mucho, que estos argumentos están ya superados… Pero recordemos que hace unos días, el 1 de marzo de 2017, en el Parlamento Europeo, en un debate sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres, el diputado ultraderechista Janusz Korwin-Mikke pronunció las siguientes palabras en respuesta a las reivindicaciones de la eurodiputada Iratxe García:
Sin comentarios. ¡Por un 8 de marzo de lucha y reivindicación!
Sobre la autora
Marta Macho Stadler es doctora en matemáticas, profesora del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaboradora en ::ZTFNews y la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.
7 comentarios
Leer… https://mujeresconciencia.com/2016/02/24/cerebro-femenino-cerebro-masculino/
Muy buen artículo para celebrar el 8 de marzo. Me ha encantado, Marta.
¡Gracias! La verdad es que tenía pensado hablar del libro de Moebius desde hace tiempo, y con las declaraciones del eurodiputado… ya no podía esperar más.
Un abrazo y gracias.
LA VERDAD SOBRE EVA
“Y dice que surgió de aquel mojigato cuya costilla sirvió para algo, tan bella e inteligente mujer que no le quedó más remedio que someterle ella a él. Del árbol sibilino que encierra la sabiduría de la ciencia del bien y del mal se enrosca la serpiente de lengua bífida parlante y la tienta contra la prohibición manifiesta de quién fuera su Creador ¿Creéis que Eva tuviera candor? Por mi parte va a ser que no.
No fue engañada, estaba libre de casi todo y una prohibición no era nada: ¿Por qué no gozar de una manzana?
Creyó la serpiente que la tenía timada, tonto demonio. Ella a él después le culpó, pero primero mordió el fruto que le dio. Una vez ella se diera cuenta primero, por aquello del veneno del conocimiento, convenció con una mirada a ese Adán que de nada se enteraba. Ella siempre fue un paso por delante de él, lo fue en aquel momento, lo fue después y perduró para siempre con el transcurrir de los tiempos. Realmente ahí nació la mujer.
P. D. No era salir del Paraíso lo que molestó a Adán. Había sido exclusivo, único y servicial, de la noche a la mañana una compañera le fue dada, mas seguía de primero en la manada. Pero su falta de curiosidad se la tenía preparada. Eva, ágil y brillante, rápida de pensamiento obtuvo primero el conocimiento. Adán, por demás, ya tuvo que seguirla siempre un trecho por detrás. Esta es la verdadera historia de los acontecimientos del Paraíso y del “Pecado Original”. La que no relatan los libros porque en pleno siglo XXI, el Hombre a la Mujer, más envidioso que rencoroso, sigue obcecado en ningunear.”
Me encanta este escrito!!! Entre mis proyectos artísticos está uno que se llama EL FRUTO DE LA CULPA y tiene que ver con lo que planteas aquí!!!! El día 8 de marzo tendré un diálogo con alumnos y público en la Escuela de Artes Plásticas «Arturo Muchelena» en Valencia-Carabobo- Venezuela, sobre La Mujer en el arte!!!
En 2021 ya hay una versión facsímil de las traducción de Carmen de Burgos. http://www.cervantesvirtual.com/obra/la-inferioridad-mental-de-la-mujer-la-deficiencia-mental-fisiologica-de-la-mujer-1070269/
Muchas gracias, Miguel. Saludos
Marta (editora)