Stephanie Shirley es todo un personaje. Con 5 años fue uno de los niños que consiguieron huir de Austria justo cuando Hitler les había despojado de su nacionalidad y llegar a Inglaterra el país que la acogió.
En los años 60 montó su propia empresa de software, una de las primeras startups de Gran Bretaña. Una empresa de mujeres y para las mujeres. Reclutó mujeres que hubieran dejado de trabajar al casarse o al tener su primer hijo y aseguró una estructura flexible para que pudieran trabajar desde casa. La gente se reía de su idea de vender software porque en aquel tiempo el software se regalaba con el hardware y en cualquier caso ¿quién iba comprar software de una mujer?
Cambió su nombre en las cartas de la empresa y empezó a firmar como Steve Shirley. El trabajo comenzó a entrar, mucho trabajo. La caja negra del avión supersónico Concorde fue programada por mujeres en sus casas.
En esta charla TED cuenta su historia, una historia para conocer.
– Tu empresa funciona porque es pequeña.– Le dijeron al principio.
– Funciona y es interesante pero no tiene valor estratégico.– Le dijeron cuando empezó a funcionar.
– Bien hecho Steve.– Le dijeron cuando su empresa valía 3.000 millones de dólares.
Sobre la autora
Ana Ribera (Molinos), historiadora con 16 años de experiencia en el mundo de la televisión. Autora de los blogs: Cosas que (me) pasan y Pisando Charcos.