María Martinon: “Los denisovanos son el fantasma de la evolución”

Protagonista

Foto: © Izaskun Lekuona
Foto: © Izaskun Lekuona

María Martinon (Orense 1974) es la actual responsable del Grupo de Antropología Dental del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), una exponente de la investigación española en homínidos. Su agenda científica es apretada, –ella prefiere decir animada– entre investigaciones, viajes y publicaciones; y en las ocasiones en que sale de su laboratorio tiene que enfrentarse, además, al asedio mediático, aunque lo acepta como parte de su trabajo y porque también le gusta tomarse su tiempo para escribir, para contar la ciencia prescindiendo del corsé de su lenguaje. Acaba de terminar de comer, y nos atiende en un rincón tranquilo de la cafetería del hotel Hesperia en Bilbao, adonde ha venido a impartir una conferencia sobre Neandertales en la conmemoración del Día de Darwin. Es doctora en medicina y cirugía y se especializó, tras realizar dos másteres, en Evolución Humana y Antropología Forense.

Javier San Martín (JSM) ¿Cómo es el trabajo de una antropóloga?

María Martinon (MM) En verano hay mucha tarea de campo, pero luego también está el silencioso trabajo de oficina que es el que aporta los resultados. Además está el trabajo que realizas cuando viajas. Los viajes no son sólo, como en este caso, con un fin divulgativo o para dar a conocer tu trabajo en charlas y conferencias, también viajamos para estudiar las colecciones con las que comparamos nuestros hallazgos. Atapuerca tiene colecciones muy buenas, fundamentales, auténticos tesoros, pero hacemos mucho esfuerzo en poder ver fósiles de otras colecciones del mundo para poner en valor lo que tenemos y exprimir de verdad todo su significado. Es importante ver mundo para establecer parecidos y diferencias, para poder decir de dónde venimos o adónde vamos.

(JSM) Precisamente uno de los misterios de ese “de dónde venimos” son los Denisovanos. ¿Quiénes son estos seres que tienen ADN de humano moderno, de Neandertal y de otro Homo que aún desconocemos?

(MM) Los Denisovanos son como tener un fantasma en casa. En el árbol de especies que hemos ido construyendo a partir de nombrar los fósiles que hemos localizado, de repente tenemos que admitir a una nueva especie, no por sus fósiles, porque hay muy pocos, sino por la genética. Estamos poniendo en un árbol de especies hecho a partir de fósiles a una especie de la que casi sólo tenemos el ADN. Lo poco que sabemos de ella lo sabemos por exclusión. Buscamos a quien no se parece por la genética.

(JSM) ¿Y a quién no se parece?

(MM) El Denisovano es un gran misterio que ejemplifica un problema que hemos tenido siempre: la dificultad de contrastar o conciliar la información que proporciona la genética, que es fundamental, con la que nosotros extraemos del estudio del registro arqueológico y fósil. El Denisovano es una mezcla de todos, que ha estado ahí anteayer, en el pleistoceno superior, en un tiempo reciente, con neandertales y sapiens y seguimos sin saber quién es, aunque hemos extraído de él lo que habitualmente no hemos podido extraer de los fósiles, su ADN. Es una situación curiosísima y todavía nos queda mucho por hacer. De momento sabemos que no es un sapiens, que no es un Neandertal, que no es un homínido de la Sima de los Huesos, donde también se ha podido extraer ADN, pero tampoco sabemos si en realidad su ADN coincide con el cualquier otro homínido que ya tiene un nombre en ese árbol, porque ni siquiera podemos contrastar si es una de las especies de las que no hemos extraído ADN.

Costumbres Humanas

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Foto: © Izaskun Lekuona

(JSM) Hablemos un poco de nuestras costumbres como humanos. ¿Usa usted palillos después de comer?

(MM) Yo la verdad es que no, pero se ve que es una costumbre realmente arraigada en nuestro género porque que el uso de palillos sólo se documenta en especies del género Homo y eso es muy curioso.

(JSM) ¿A qué se debería que precisamente nosotros usemos ese instrumento?

(MM) Algunos científicos aseguran que el uso de palillos se relaciona con un cambio en la dieta que pasó a ser fundamentalmente carnívora. Es un tipo de dieta en la que es fácil que se queden entre los dientes algunos restos de hebras de carne. También se habla del uso del palillo de manera paliativa, porque en aquel tiempo abundaban las periodontitis, las enfermedades de las encías, de los dientes, que producen molestias, y todos sabemos, sobre todo los que usan el palillo, que tiene el efecto de aliviar… Y luego está la manía, el uso idiopático, la gente a la que sin tener una razón le gusta estar con un palillo en la boca.

(JSM) ¿Desde cuándo hay evidencias de esta costumbre?

(MM) Está muy arraigada en el género Homo. El palillo más antiguo, quitando algunos casos aislados del yacimiento de Olduvai, puede tener cerca de 2 millones de años. Además el más antiguo lo tenemos en la Península Ibérica donde hemos encontrado evidencias de uso en la Sima del Elefante (Atapuerca) y en los pre-Neandertal y Neandertales de forma mucho más extensa. Curiosamente publicamos también un estudio en el que se documentaba el que por ahora es el palillo chino más antiguo…

diente
Foto del segundo premolar izquierdo (A), ATE-P4,
del yacimiento de Sima del Elefante-Atapuerca
(España). Reconstrucción 3D del premolar, en
amarillo la marca alargada creada por el uso del
palillo (B). Imagen parasagital de microtomografía
computarizada del premolar, en amarillo, (arriba
a la derecha), que describe el surco creado
por el uso del palillo (C).
Foto: Grupo de Antropología Dental del CENIEH.

(JSM) La autora de ese estudio fue Laura Martín-Francés, a quien entrevistamos en Activa Tu Neurona Radio nº 12. En ese programa nos contaba como había localizado marcas de palillos en dientes de hace 500.000 años. ¿Cómo se consigue algo así?

(MM) Utilizando las técnicas más sofisticadas, porque el trabajo parece el de un investigador de CSI. Primero se mira el tipo de marca, la morfología externa, el aspecto que tiene, la localización del surco, porque para dejar una muesca en uno de los tejidos más duros de nuestro cuerpo ha habido que introducir el objeto repetidas veces y durante mucho tiempo. Es decir, que el comportamiento tuvo que ser continuado. Pero además, sabemos que esa marca no es una marca al azar que se haya podido producir por una rotura o por rozamiento del fósil con otros objetos… la mandíbula es un lugar de difícil acceso así que si se ha accedido ahí es con alguna intención.

Estudiamos los huesos por fuera y por dentro, con técnicas como el microscopio electrónico de barrido. “Leemos” las muescas, las rayas, las pequeñas estrías del diente, que no están hechas al azar, sino que son direccionales. Tienen un punto de entrada de tal manera que convergen hacia el punto de salida, o sea que realmente podemos ver la direccionalidad, el número, el lugar,… cuando están tan bien caracterizadas, sabemos que son intencionadas.

(JSM) Pero no hablamos de un palillo como lo entendemos hoy día, sino de un trozo de hueso por ejemplo…

(MM) Eso es. Puede ser algo semirrígido o flexible, puede ser un trozo de madera, pero también podemos estar hablando de una hierba un poco tensa, de algunas fibras,… de algo lo suficientemente fino y lo suficientemente rígido o duro como para poder dejar en uno de los tejidos más duros del cuerpo una muesca de este tipo. Estamos hablando de muescas de milímetros y con profundidad.

(JSM) Nos decía la doctora Martín-Francés que a quién no se le ha quedado una hebra de jamón serrano entre los dientes…

(MM) ¡Claro! Es que es muy curioso. Cuando salió este trabajo lo comentamos porque había quien decía que el palillo se usa como ostentación, para que otra gente sepa que he comido carne, que es un lujo que no todo el mundo se puede permitir. Y sí, es posible que se asocie a un tipo de dieta, pero también que haya gente que lleva el palillo por ostentación.

(JSM) También nos contaba algo en lo que probablemente no reparamos en nuestra sociedad, que es que las caries no aparecieron hasta que empezamos a comer carne de forma abundante.

(MM) Es rarísimo encontrarse una caries en el pleistoceno medio. Las caries son una enfermedad moderna. En nuestro grupo de investigación tenemos una línea de paleopatología, que es precisamente el trabajo de Laura, que es la autora de una tesis con muchísima información. Las caries pueden ser encontradas en el pleistoceno superior o incluso en la era actual cuando empiezas a estudiar poblaciones que toman tipos de azúcares refinados, que empiezan a tomar alimentos cultivados, mieles… pero realmente antes no las había. Hay quien apunta que las caries no llegaban a desarrollarse por la alta tasa de desgaste que presentan las piezas.

Pienso que para explicarlo además de la dieta hay que hablar del sistema inmune, de la calidad y diferencias del tejido dental de cada individuo en las diferentes poblaciones a lo largo del tiempo. Es posible que nosotros tengamos un tejido más sensible a la actividad de las caries de lo que era en el pasado, pero sí que es cierto que lo que hoy es un dolor de cabeza y una batalla para toda la población en el pasado no existía.

Interpretar la historia

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Foto: © Izaskun Lekuona

(JSM) Una de las cosas más interesantes que a ustedes les dicen los dientes es el nivel de adaptación ecológica de una población a su entorno…

(MM) Los dientes son fascinantes, lo digo siempre y no me canso de repetirlo. Son como los diamantes: es el regalo en el que con menos espacio tienes más valor. Viendo un solo diente no necesitas un gran cráneo en un yacimiento, un fémur o un resto enorme. Con ese pequeño tamaño, somos capaces de determinar la presencia o no de un animal, porque tiene un tipo de morfología concreto, un número de cúspides, la posición de unas respecto a otras… esto está codificado genéticamente de una manera muy conservadora. Así como otras partes del cuerpo varían según el ritmo de vida, el ejercicio, etc.… con los dientes no ocurre lo mismo. Su morfología no va a cambiar a lo largo de la vida de un individuo salvo que se rompa o se desgaste así que, en este caso, sólo viendo esa forma y aspecto ya nos da información sobre quién es. Nos puede dar información incluso sobre la dieta si ha cambiado la altura de las cúspides. El grosor del esmalte o la dentina, son también una serie de características que nos hablan del tipo de dieta o de la adaptación que podría tener en un momento determinado.

Incluso desde el punto de vista de la patología, podemos encontrar unas líneas que se llaman hipoplasias del esmalte, que son unos defectos que se producen cuando todavía se está formando el esmalte del diente. Si se vive un momento de estrés, que puede ser una enfermedad o un periodo de hambruna importante, se produce una detención, un defecto en ese crecimiento que se plasma en unas líneas periódicas, como los anillos de un árbol, que se van marcando en el diente. Esas marcas quedan para siempre, así que mirándolas podemos saber si una población estuvo expuesta a más periodos de estrés o de dificultad o no. Aunque ahí jugamos también con la paradoja de que no siempre, no presentar las marcas no significa que hayas tenido una existencia mejor. También es posible no tenerlas porque no has sobrevivido a esas circunstancias.

(JSM) En todo yacimiento hay otra parte que es la de interpretación. Esto también ocurre en Atapuerca…. El famoso cráneo 5, que popularmente se conoce con el nombre de Miguelón, padeció una severa afección maxilodentaria, ocasionada por la fractura en vida de un diente. Los expertos afirman que no puede descartarse que causara una septicemia e incluso que fuera la causa de su muerte, pero lo más interesante de esta historia llega cuando te dicen que ya tenía una cierta edad y que casi no podía comer, pero su clan en lugar de rechazarle, cuidó y alimentó a esa persona ¿es posible acudir al pasado para interpretar los comportamientos del presente?

(MM) Yo creo que sí. A mí me gusta ir al pasado para interpretar el presente poniéndolo en perspectiva pleistocénica. Me gusta pensar qué de lo que hacemos es original y qué puede ser repetido. Respecto al cuidado de nuestros mayores o de otros individuos que puedan tener dificultades existe mucho debate. Hay quien sostiene que se trata de puro comportamiento instintivo y que lleva en el registro fósil desde hace mucho tiempo. Sabemos que los Neandertales y pre-neandertales lo hacían porque tenemos en el Sima de los Huesos individuos de edad avanzada con muchas patologías y eso es interesante. Encontrar enfermos es una buena señal, porque encontrar a individuos jóvenes, sin una patología, te lleva a pensar que han muerto antes de tiempo.

Hay casos aislados y curiosos. Por ejemplo, sabemos que en el yacimiento de Dmanisi en la Republica de Georgia, que tiene 1,8 millones de años de antigüedad, se encontró un individuo que prácticamente no tiene ni un solo diente, y sabemos que sobrevivió porque tiene un tipo de reabsorción en la mandíbula que adquiere una forma idéntica a la de la mandíbula de un abuelito de hoy en día que ha perdido los dientes. Ese hueso se atrofia porque se va cerrando y adelgaza con un patrón muy característico, y es uno de los casos clásicos en el que se plantea, que hace ya mucho tiempo, se podía estar cuidando y ayudando a sobrevivir a una persona en un tiempo sin fuego ni herramientas sofisticadas en el que alguien tendría que haberlo ayudado. Sin embargo, otros dicen que no es tan difícil sobrevivir sin dientes si buscas el alimento adecuado, o sea que el debate está servido.

Benjamina
Benjamina

(JSM) ¿Y también está el caso de Benjamina?

(MM) Benjamina es una niña que se encontró en la Sima de los Huesos con una deformación craneal importante por una fusión prematura de una sutura del cráneo. Fue una niña que tuvo algunas dificultades de aprendizaje, cierto retraso, pero sobrevivió hasta una edad de 7 u 8 años, que en el pleistoceno medio no está nada mal. Entonces, al contrario de lo que se dice de otros grupos, no la dejaron atrás ni se deshicieron de ella, pero estamos hablando de cosas que es muy difícil encontrar en el registro fósil porque los sentimientos o la compasión no van a fosilizar, así que nos vemos obligados un poco a lo que comentábamos antes de hacer interpretaciones o compararlo con lo que vamos encontrando.

Yo creo que nosotros nos hemos sofisticado en el desarrollo de ese tipo de solidaridad. Evidentemente el altruismo, la solidaridad, la evolución en grupo, cuidar a los tuyos favorece a la especie porque hemos exprimido o potenciado la utilidad de los humanos, si queremos ser pragmáticos, más allá de su ciclo reproductivo. Ahora valoramos la sabiduría del que a lo mejor ya no puede estar en activo, pero tiene mucho que aportarnos de lo que ha vivido. Ahora la memoria no se muere con cada individuo, somos capaces con la transmisión cultural, de seguir acumulando y construyendo sobre lo que otros viven y nos transmiten, y en ese sentido, quizá ese altruismo, esa compasión, ese cuidar, genera en nosotros un tipo de vínculo, de asociación o de unión que ha merecido la pena y que evolutivamente es rentable, sin quitarle valor a quien quiera añadirle algún tipo de significado o de si es más propio de nosotros o no.

(JSM) Alfredo Pérez-González, director del CENIEH, nos decía que dentro de poco vamos a cambiar de especie. Seguiremos siendo sapiens, pero tendremos implantes bio-mecánicos, capacidades cerebrales mayores… ¿no le da vértigo cómo está avanzando la ciencia?

(MM) Yo creo que es fantástico el avance de la ciencia. Es de esas cosas a las que me agarro cuando la gente se pone pesimista con respecto al futuro de nuestra especie. También va con el carácter de cada uno, y yo soy muy optimista y supongo que será mi propio mecanismo evolutivo para sobrevivir, pero me funciona muy bien tratar de sacar lo positivo de todo. Creo que es impresionante lo que hemos conseguido hacer con los avances tecnológicos, ya sé que también hemos conseguido armas de destrucción masiva, bombas, cosas terribles,…pero también hemos conseguido mejorar la vida, lo comentaba con los compañeros de la medicina, hemos logrado unos avances en supervivencia que son impresionantes. Aunque es verdad que en la gran variabilidad del ser humano hay de todo, creo que en el fondo no es malo, que la variabilidad y la diversidad es buena en nuestra especie, y que al final siempre prepondera un poco el sentido común, y quiero o prefiero pensar que en el fondo, de esa manera colectiva, aunque no sea individual, el final la humanidad se las arregla para seguir una vía más o menos decente y que el futuro se perpetúe. Eso no quiere decir que individualmente no haya cosas terribles, pero sí creo que globalmente, hablando de la especie en conjunto y de comportamiento colectivo, somos capaces de cosas increíbles y que nos las arreglaremos para estar aquí mucho, mucho tiempo más.

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Foto: © Izaskun Lekuona

Sobre los autores

Esta entrevista ha sido realizada por Javier San Martín @SanMartinFJ. Las fotografías son obra de Izaskun Lekuona @izaskunlekuona y es una colaboración de Activa Tu Neurona @ACTIVATUNEURONA con el blog Mujeres con Ciencia.

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