Edith Padrón es Profesora Titular la Universidad de La Laguna. En 2004 puso en marcha, con un grupo de mujeres y hombres de diferentes ámbitos de la Matemática, la Comisión “Mujeres y Matemáticas” de la Real Sociedad Matemática Española.
Marta Casanellas Rius es una joven investigadora de la Universidad Politécnica de Cataluña que actualmente preside la Comisión “Mujeres y Matemáticas”.
Edith conversa con Marta sobre esta comisión que ambas han presidido y sobre la investigación en matemáticas.
EDITH: Marta, ¿en qué consiste tu trabajo en la Comisión “Mujeres y Matemáticas” y cuáles tus prioridades en esta comisión?
MARTA: Mi trabajo consiste en organizar la comisión, definir una línea de trabajo para los próximos años, y coordinar nuestra comisión con la comisión equivalente en la European Mathematical Society, y la European Women in Mathematics. Mis prioridades actualmente son promover la web de la Comisión como lugar de difusión de las actividades relacionadas con este tema y como lugar de debate pero, sobre todo, entender cuáles son las diferencias entre hombres y mujeres respecto a las matemáticas y tratar de potenciar el papel de las mujeres en esta ciencia.
EDITH: Cuando se constituyó la comisión, tuve el placer de presidirla y creo que algunas de mis mejores experiencias fueron aquellas actividades en la que implicábamos a mujeres jóvenes o a estudiantes de secundaria. Por eso creo que una persona joven como tú podría hacer una labor reseñable. Por lo que yo pude observar durante los años que formé parte de la comisión, la incorporación de la mujer al mundo de las matemáticas era quizás más significativa en el ámbito de la docencia que en el de la investigación. ¿Tienes tú esta impresión? ¿Qué cosas deberían cambiar o mejorar?
MARTA: No es solamente una impresión: en la anterior etapa de la comisión se hizo un estudio donde se mostraba claramente la tendencia a abandonar la carrera académica por parte de las mujeres. Esto pasa en general en todas las ciencias, puesto que hay capacidades inherentes en las mujeres que hacen que la etapa más productiva a nivel científico se vea truncada por la dedicación a los hijos. Pero en el campo de las matemáticas, parece que este abandono de la carrera académica es aún más radical. En este caso podría ser por una falta de motivación: hay estudios que sugieren que las mujeres necesitan sentirse útiles para la sociedad, y a veces las matemáticas dan la impresión de estar lejos del mundo real. También existe el prejuicio que las matemáticas son cosas de hombres, y se ha demostrado que este prejuicio influye negativamente en el momento de resolver un problema por parte de una mujer. Para mí una de las cosas que tendrían que cambiar es la forma de enseñar matemáticas (tanto en secundaria como en la carrera): creo que es necesario motivar más al alumnado mostrando el interés de las matemáticas para la sociedad. Así se potenciaría el interés de ambos géneros por esta ciencia, y en particular el interés de las mujeres. Todas hemos tenido mayoría de profesores hombres, y estamos acostumbradas a su forma de pensar y a su formar de impartir docencia, pero creo que nosotras podemos entender las matemáticas de una forma distinta.
EDITH: He visto que has mantenido la idea inicial que tuvimos cuando constituimos la comisión: los miembros de la comisión “Mujeres y Matemáticas” no tienen que ser necesariamente mujeres. Creo que, de alguna manera, es importante visualizar que es responsabilidad de todos el ayudar a poner en un nivel de igualdad las responsabilidad de mujeres y hombres en el mundo profesional de los matemáticos. ¿Qué opinas acerca de esto?
MARTA: Ciertamente, si la sociedad no quiere perderse el 50% de talentos matemáticos, todos tenemos que ayudar a cambiar esto. Por otra parte, si las dificultades que tienen las mujeres son debidas a embarazos y a la maternidad, entonces es evidente que toda la sociedad (no sólo las mujeres) tiene que sentirse involucrada en proteger a estas mujeres puesto que la procreación es un bien para todos. Además, si conseguimos promover algún cambio, como la mayoría de profesores de Universidad son hombres, está claro que ellos también tienen que formar parte de estos cambios.
EDITH: Eres una investigadora joven pero con una carrera consolidada ¿Cuándo y por qué decidiste dedicarte a las matemáticas?
MARTA: Decidí dedicarme a las matemáticas por amor al arte, puesto que en los últimos cursos antes de la Universidad ya tenía muy claro que lo que más me gustaba eran las matemáticas y, aunque no viera claro mi futuro profesional, mi pasión por las matemáticas me hizo tirarme de cabeza a esta elección.
EDITH: ¿Y cuando a la investigación?
MARTA: Cuando terminé la carrera me planteé buscar trabajo en una empresa, o entrar de profesora en secundaria, o hacer el doctorado, pero entre estos tres caminos, el único que no cerraba las puertas a los otros dos era el tercero, así que pedí una beca y empecé a hacer la tesis bajo la dirección de una mujer, Rosa M. Miró Roig.
EDITH: En estas decisiones, a veces uno tiene referentes en los que fijarse. En mi caso fueron referentes familiares que me enseñaron la necesidad de ser continuamente curiosa y la satisfacción de idear estrategias para resolver problemas ¿Cuáles fueron tus referentes?
MARTA: En mi caso, también es un referente familiar (y una mujer): mi abuela estudió la carrera de matemáticas en los años treinta. Supongo que he heredado parte de su pasión por esta ciencia.
EDITH: La estructura del tejido científico de nuestro país ha cambiado en los últimos 30 años. Desde tu perspectiva, ¿cuál piensas que debería ser el itinerario investigador óptimo para un/a estudiante que desee emprender este trabajo hoy en día?
MARTA: Lo lógico para mí sería la elaboración de la tesis en unos 4 años, un postdoc de un par de años en el extranjero, y luego una tenure-track (posición casi permanente con un periodo de prueba) para poder volver al país que te dio la formación.
EDITH: ¿Y crees que mujeres y hombres tienen las mismas dificultades para la realización de este itinerario?
MARTA: Creo que en la etapa de postdoc o al inicio de una tenure-track, alrededor de los 30 años, es la edad en que muchas mujeres se sienten llamadas a ser madres. Pero la combinación de las bajas pre-maternales, los permisos de maternidad, y la lactancia, con la participación en congresos y la investigación de alto nivel es muy difícil. Además, en esta etapa es habitual que la pareja tenga un nivel de ingresos más alto y no tenga muchas posibilidades de tener permisos para cuidar hijos, luego la mayoría de permisos los pide la mujer si está en el mundo académico. También es difícil para los hombres que son padres en esta etapa, por esto creo que los tribunales de evaluación tendrían que tener presente los permisos de maternidad/paternidad que ha tenido el candidato.
EDITH: Eres consciente de las dudas que tienen los estudiantes (y muy especialmente las mujeres) cuando se plantean iniciar una carrera investigadora con un futuro incierto. Hace unos días oí comentar a Héléne Langevin-Joliot, nieta de Marie Curie, que hace 20 años animaba a los estudiantes a incorporarse a la investigación porque había muchas cosas interesantes, pero en la actualidad les tenía que advertir que tienen que estar muy convencidos de que el mundo científico les interesa, porque en estos tiempos no es fácil ganarse la vida de esta manera ¿Estas tú de acuerdo con ella?
MARTA: Existen las dos posibilidades: o bien tienen que estar muy convencidos que quieren hacer una carrera académica que no es fácil, o bien que pueden hacer el doctorado y después incorporarse al mundo laboral (no académico). La segunda opción creo que es posible hoy en día, y especialmente en el norte de Europa, donde los doctorados son muy bien valorados por las empresas. Respecto a la primera opción, creo que las mujeres muchas veces no ven muy interesante hacer una carrera académica en matemáticas puesto que dista mucho de obtener una vertiente social en su trabajo. Como ya he dicho antes, algunos estudios apuntan a que las mujeres no sienten interés por las matemáticas y las ingenierías porque no ven en ellas un valor social, es decir, no las encuentran valiosas para la sociedad.
EDITH: Parte de tu investigación tiene una vertiente aplicada a la biología computacional. ¿Nos podrías contar de manera simple en qué consiste esta investigación y cómo empezaste a trabajar en estos temas?
MARTA: Actualmente me dedico a desarrollar técnicas de geometría y álgebra que puedan ayudar a los biólogos a reconstruir la historia evolutiva de las especies que habitan el planeta. Esta parte de la biología se llama filogenética, y para su estudio se usan modelos evolutivos que se pueden entender como parametrizaciones de variedades algebraicas. Con estas nuevas técnicas podemos cooperar con los biólogos para ayudarles a reconstruir el árbol de la vida (el árbol filogenético que explica las relaciones ancestrales de todas las especies). Empecé a trabajar en estos temas por esta necesidad que mencionaba antes: estuve a punto de abandonar mi carrera académica porque no me sentía útil para la sociedad y, aunque disfrutaba de un contrato Ramón y Cajal, no quería seguir investigando en matemáticas puras. Por suerte, justo en ese momento salieron unos artículos de investigadores de Berkeley donde explicaban la relación de la geometría algebraica y la biología computacional.
EDITH: Esta faceta de tu investigación debe ser muy satisfactoria, ¿no?
MARTA: Disfruto mucho con esta investigación. Entender a los biólogos y pretender que ellos nos entiendan es todo un reto, pero matemáticamente hablando también es muy enriquecedor tener que trabajar con muchas áreas de las matemáticas a la vez: geometría algebraica, álgebra conmutativa, teoría de grupos, matemática discreta, cálculo numérico, probabilidades y estadística, …
EDITH: Hemos hablado de investigación, pero en nuestro trabajo diario confluyen otras facetas como la docencia o la formación de jóvenes investigadores, ¿qué suponen para ti estas dos facetas?
MARTA: Para mi supone un reto poder combinar estas facetas a la vez, puesto que en docencia me gusta tener tiempo para prepararme bien las clases y, si puede ser, innovar un poco cada año (por ejemplo preparando ejercicios nuevos donde puedan ver algunas de las aplicaciones de las matemáticas a la sociedad).
EDITH: Bueno Marta, ha sido un placer hablar contigo. Estoy segura que oiremos hablar muy positivamente de tu labor en la Real Sociedad Matemática Española como presidenta de la Comisión “Mujeres y Matemáticas.
Sobre la autora
Edith Padrón es Profesora Titular la Universidad de La Laguna. Su investigación se encuadra en el ámbito de la geometría diferencial y la mecánica geométrica.
1 comentario
Yo fui alumna de Marta y, aunque realmente soy una patata en todo lo que tiene que ver con álgebra y topología, para mí fue un referente de académica, mujer y madre. ¡A veces ver referentes es tan necesario!
Mi opinión, además de todo lo que se ha dicho en esta conversación, es que (igual que pasa en la empresa) llegaremos a la igualdad de oportunidades en trabajos productivos cuando se reparta del mismo modo el trabajo reproductivo. Llegará un día en que se dará por hecho que hombres y mujeres disfrutarán de la misma cantidad de permisos por m/paternidad, días sueltos para pediatra, etc. (y, a otra edad, también igual carga de cuidado de ancianos). Supongo que eso va más allá de la Comisión que lleváis, pero creo que es algo a tener en cuenta.
PD: Voy a empezar mi doctorado en septiembre, después de estar 4 años trabajando en investigación en distintos ámbitos. Empiezo ahora que he encontrado un tema suficientemente social y aplicado. Toda la vida intentando escapar de los estereotipos femeninos, y ahora parece que sigo en ellos.