Ijeoma Uchegbu tiene su identidad muy presente, y quienes interaccionan con ella también. Se ve en su piel y se escucha en su nombre. Nació en Londres, pero su familia es de origen nigeriano. Ella vivió allí varios años, desde que empezó el instituto a los 13 años hasta que volvió a Reino Unido para doctorarse en nanofarmacología tras divorciarse y con tres hijas a su cuidado.

Y sin embargo, durante mucho tiempo al inicio de su carrera científica, Uchegbu no sintió que la discriminación racial fuese un problema en el que ella tuviese nada que decir ni que hacer. Era consciente, inevitablemente, de que siempre, o casi siempre, era la única cara negra en las salas y laboratorios en las que trabajaba, y el hecho de ser mujer y negra era aún más excepcional. Pero “no lo tenía en mi radar como algo que yo tuviese que arreglar o en lo que tuviese que involucrarme de alguna manera”.
De hecho, cuando la University College de Londres (UCL) pidió a Uchegbu que participase en reuniones de trabajo para reforzar las políticas de igualdad de la universidad, ella cuenta que sintió cierta irritación: “Si me va bien, si soy profesora en la UCL, ¿por qué yo? ¿Por qué no arreglan los demás sus propios problemas?”. Y entonces vio los datos y se dio cuenta de que no eran problemas de “los demás” sino de todos, y bien grandes.
Cuando llegué allí y vi los datos me quedé en shock. En shock. Es decir, tú lo notas a tu alrededor, pero cuando lo ves en números, negro sobre blanco, y piensas en toda la gente que conocías que quería tener una carrera científica pero que ha ido desapareciendo… Entonces pensé que era algo realmente terrible. Mirábamos hacia atrás y solo había tres académicos negros que hubiesen ascendido en un periodo de 20 años.
Uchegbu se dio cuenta de lo arraigado que estaba el racismo en el sistema académico británico y decidió tomar cartas en el asunto, llevar estos datos a los lugares donde se tomaban las decisiones.
Pensaba que si podíamos impulsar un cambio en la UCL, que está en el top de las universidades de todo el mundo, entonces el cambio podría ocurrir en cualquier sitio.
Desde entonces es una voz combativa contra los sesgos raciales en la academia británica, participa y organiza actividades de denuncia pública de esta situación e impulsa programas que ayuden a estudiantes procedentes de grupos minoritarios, especialmente de países africanos, a vencer las barreras que a día de hoy aún se encuentran cuando quieren desarrollar una carrera científica en el Reino Unido.
Si no tienes el compuesto que necesitas, lo sintetizas tú misma
Ijeoma Florence Uchegbu nació el 16 de agosto de 1960 en Hackney, Londres, Reino Unido, y aunque pasó allí sus primeros años, en 1973 se mudó a Nigeria para ir allí al instituto. Se graduó en Farmacia en 1980 por la Universidad de Benín, pero su intención original nunca fue ejercer como farmacéutica clínica, sino partir de una carrera de base científica distinta a la medicina para buscar desde ahí una actividad profesional que le resultase más estimulante y que ser investigadora sería un buen punto de partida.
Obtuvo el título de Máster en la Universidad de Lagos poco después, con una tesis centrada en estudiar si los elementos resultado de la actuación de los medicamentos contra la malaria causaban efectos secundarios, algo difícil de estudiar en un entorno con esas carencias materiales y logísticas: “tenía que sintetizar esos elementos yo misma, lo cual me dio una experiencia directa en la química de síntesis, algo en lo que no era demasiado buena pero al menos lo intenté y eso me ayudó a desmitificar muchos procesos y más adelante, cuando me convertí en profesora tras obtener el doctorado, no tenía miedo en elaborar mis propios productos en vez de utilizar los que ya estuviesen hechos”. Esto fue a partir de entonces una constante en su carrera: al analizar el comportamiento de determinadas sustancias y medicamentos, ella y su equipo diseñarían exactamente los compuestos que querían analizar, lo que le conduciría a montar su propia compañía farmacéutica.

Aunque empezó el doctorado también en el país africano, la falta de infraestructuras científicas hacía imposible terminar allí sus investigaciones. Terminó volviendo a Reino Unido 17 años después de haber emigrado a Nigeria, y como madre divorciada de tres hijas. Obtuvo por fin el título de doctorado por la UCL en 1997.
Fármacos que llegan al cerebro a través de la nariz
En 2002 obtuvo el puesto de directora del Departamento de Administración de Fármacos de la Universidad de Strathclyde, donde trabajó investigando en polímeros autoensamblados e identificando materiales que pudieran formar nanosistemas estables. En 2006 se incorporó a la UCL como jefa del Departamento de Nanociencia Farmacéutica de la Escuela de Farmacia. Allí sigue liderando a día de hoy un equipo de investigación que trabaja en el diseño molecular y la dosificación de fármacos, explorando precisamente cómo se pueden utilizar las nanopartículas y su diseño para optimizar la liberación de medicamentos dentro del organismo y mejorar su eficacia.
En concreto, muchos de sus hallazgos y aportaciones buscan mejorar la acción de los medicamentos que tienen que atravesar la barrera hematoencefálica que protege al cerebro. “Hacer llegar las moléculas hasta el cerebro es extremadamente difícil. El enfoque habitual es modificar los medicamentos para que sean más “amistosos” para el cerebro, pero eso puede reducir su efectividad”, explicaba la nanofarmacéutica.
Esto se complica con moléculas, como las de ADN y ARN, básicas para algunos tratamientos oncológicos actuales, por ejemplo, que son demasiado grandes y solubles en agua para que puedan atravesar esa barrera en absoluto. Uchegbu y su equipo fueron los primeros en demostrar que era posible hacer llegar este tipo de moléculas al cerebro a través de la nariz, en vez de con inyecciones en la corriente sanguínea, abriendo la puerta a este tipo de terapias para determinadas patologías cerebrales, aunque la vía nasal conlleve también algunas limitaciones: “la principal limitación es el volumen. Ya que solo puedes administrar una dosis pequeña, el medicamento tiene que ser muy potente”.
Como resultado de sus investigaciones es dueña de varias patentes de sistemas de administración y liberación de fármacos, y de una compañía farmacéutica, llamada Nanomerics, que desarrolla estos sistemas, con el objetivo de fondo de mejorar el tratamiento de tumores cerebrales a través de la nanomedicina.
Referencias
- Jo Fidgen y Andrea Kennedy, Ijeoma Uchegbu, la mujer que vivió con sus 3 hijas en un albergue para personas sin hogar y llegó a ser una reconocida científica, BBC News, 25 octubre 2025
- Professor Dame Ijeoma Uchegbu, scientist, BBC, Radio 4
- Yemisi Bokinni, Dame Ijeoma Uchegbu: ‘Don’t leave anything to chance’, Nature, 5 marzo 2025
- Dame Ijeoma Uchegbu, UCL
- Ijeoma F. Uchegbu DBE, FMedSci, HonFRSC, LinkedIN
- Julia Gillard, Ijeoma Uchegbu appointed to Wellcome board, News, Wellcome, 9 noviembre 2021
- Isla Watton, Barriers are there to be broken: Meet Ijeoma F. Uchegbu, SoapboxScience, 24 mayo 2017
- Aarathi Prasad, ‘Not built for minorities to succeed’: black scientists on academia’s race problem, Race, The Guardian, 21 abril 2025
- Ijeoma Uchegbu, Wikipedia
Sobre la autora
Rocío Benavente (@galatea128) es periodista.