Helen M. Gilkey (1886-1972), estudiando unos hongos que crecen bajo tierra: las trufas

Vidas científicas

En el año 1915 se doctoraba por primera vez una mujer en la Universidad de California (University of California, Berkeley). Se trataba de la botánica Helen Margaret Gilkey, notable micóloga e ilustradora de mucho talento artístico con la acuarela.

Helen Gilkey. Oregon Encyclopedia.

Helen Gilkey nació el 6 de marzo de 1886 en Washington, siendo una de los seis hijos de Fannie y J.A. Gilkey. En 1903, la familia se mudó a Oregón donde su padre, un horticultor, fue empleado como superintendente de los suelos e invernaderos en la Universidad Estatal de Oregón (Oregon State University). En esta misma universidad la joven Helen se graduó y obtuvo un máster como botánica, que incluía excelentes ilustraciones de micología.

Continuó sus estudios en la Universidad de California y, según ha señalado la acreditada historiadora Lois Leonard (1927-2015), «la influencia y el estímulo del director del Departamento de Botánica, William Albert Setchell (1864-1943), llevó a Gilkey a interesarse en la taxonomía de las trufas de Norteamérica». En 1915 leyó su tesis doctoral titulada The taxonomy of North American truffles, que se publicó un año más tarde. Recordemos que según explicita el botánico profesor de la Universidad de Melburne, John S. Wilkins, la taxonomía en ciencias naturales implica estudiar, dar nombre, definir y clasificar los grupos de organismos vivos en base a las características que comparten.

Valga asimismo mencionar que las trufas son unos hongos que crecen bajo tierra, siempre en estrecha asociación con las raíces de árboles como encinas, robles, castaños o pinos entre otros muchos. Se trata de hongos que tienen importantes funciones ecológicas en el ciclo de nutrientes, esto es, en el movimiento e intercambio de materia orgánica y materia inorgánica entre los organismos y su entorno. Las trufas, además, proporcionan a los organismos con los que conviven una notable la tolerancia a la sequía.

Asimismo, cabe también recordar que algunas de las especies de trufas en diversos países son muy apreciadas como alimento humano y, debido a la escasez del producto y a la exclusividad del mismo, en el mercado pueden alcanzar precios elevados.

Una productiva carrera profesional

Una vez doctorada, Hellen Gilkey se incorporó a la universidad como ilustradora científica, alcanzando un notable prestigio. Entre sus trabajos destacan los de su contribución con las ilustraciones originales del celebrado Manual of Flowering Plants of California, escrito por uno de los primeros botánicos californianos, Willis Linn Jepson (1867-1946).

Gilkey estableció su carrera como una de las más distinguidas botánicas de Estados Unidos y, según diversos especialistas, llegó a ser considerada una autoridad en trufas. De hecho, la publicación de su tesis doctoral continúa siendo en la actualidad una importante contribución de referencia al estudio de las trufas.

En 1918, el Colegio de Agricultura de Oregon (Oregon Agricultural College) ofreció a Gilkey un trabajo como conservadora del herbario. Se trataba de un importante centro, apunta Lois Leonard, ya que era de los más antiguos del oeste de Estados Unidos, fundado alrededor de 1882. Nuestra protagonista, durante los 33 años en los que fue conservadora, convirtió esta institución en un centro de divulgación científica y también en un excelente depósito de numerosos especímenes, algunos de gran valor. La eficaz gestión de Gilkey dio lugar a que el herbario creciera desde 25 000 hasta más de 75 000 ejemplares.

La tenaz naturalista fue también profesora de botánica en la Universidad de California, donde influyó en la vida de un elevado número de estudiantes, que posteriormente la recordarían con afecto y agradecimiento. Además, según consta en la página web «Archives West», sus intereses se extendían a la poesía, la escritura, la defensa del movimiento internacional por la paz y causas ambientales. Helen Gilkey se entusiasmaba con todas estas actividades, desempeñándolas con pasión. Tras su retiro en 1951 permaneció activa como profesora emérita, pues continuó con su investigación escribiendo y publicando hasta su muerte a los 86 años.

Helen Gilkey con estudiantes en el laboratorio de botánica. Wikimedia Commons.

El brillante legado de una gran científica

No cabe duda de que Helen Gilkey fue muy conocida por sus extensos y altamente especializados trabajos sobre trufas, ya que describió un gran número de especies de estos hongos, principalmente procedentes de los Estados Unidos, y unos pocos de Argentina y de Australia. Sin embargo, no se limitó solo a las trufas, rememora Lois Leonard, pues realizó algunos estudios sobre diversas plantas.

En el curso de su vida académica, Gilkey escribió o fue coautora de varios libros y más de 40 artículos científicos, incluyendo bocetos sobre la biografía de destacados botánicos y, por si todo ello fuera poco, redactó una historia no publicada sobre el herbario del Estado de Oregón. También elaboró contenidos educativos para audiencias populares. No obstante, uno de los mayores logros fue la gran calidad de sus ilustraciones científicas, continúa Leonard; sus hermosas y precisas pinturas botánicas no solo enriquecieron sus propios escritos, sino que a menudo embellecieron los de otros investigadores e investigadoras.

A lo largo de su vida, Helen Gilkey recibió numerosos honores y galardones. Por ejemplo, en 1952 recibió el premio de Científica Sobresaliente (Outstanding Scientist) otorgado por la Academia de Ciencias de Oregón (Oregon Academy of Science). En 1995, por sugerencia de la acreditada botánica Barbara Ertter, Conservadora de la Flora del Oeste de Norteamérica (Western North American Flora), fue incluida en el Berkeley Women’s Hall of Fame, institución entre cuyos fines figura reconocer públicamente los logros más significativos y las contribuciones estatales realizadas por mujeres.

Años más tarde, en 2004, la profesora de biología Sharon Rose de la Willamette University, rindió honor al trabajo de Helen Gilkey gestionando una exposición de sus pinturas titulada Helen Gilkey: The Art of Botanical Illustration, exhibida en el Hallie Ford Museum of Art de la citada universidad. Otro importante reconocimiento llegaría en 2006, cuando la comunidad especializada acordó nombrar el género de trufas, Gilkeya, en su honor.

Referencias

Sobre la autora

Carolina Martínez Pulido es Doctora en Biología y ha sido Profesora Titular del Departamento de Biología Vegetal de la ULL. Su actividad prioritaria es la divulgación científica y ha escrito varios libros sobre mujer y ciencia.

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