Margaret Elizabeth Barr Bigelow fue una importante micóloga internacionalmente conocida por sus originales trabajos. Según diversos autores y autoras «pasó su vida adulta trabajando con un amplio grupo de hongos, observando diariamente más diversidad entre éstos que la mayor parte de los micólogos vieron durante toda su vida».
Aportaciones de una gran botánica
Margaret Elizabeth Barr nació en Manitoba, Canadá, el 16 de abril de 1923. Cuando llegó el momento de elegir una carrera, escogió matricularse en la Universidad de Columbia (The University of British Columbia), Vancouver, donde se graduó en ciencias en 1950 y obtuvo un máster en 1952.
Una vez superada su tesis de máster, Margaret Barr se desplazó a la Universidad de Michigan y allí continuó su formación con Lewis E. Wehmeyer (1897-1971), un micólogo estadounidense de reputación internacional. En 1956 obtuvo su doctorado con una tesis muy bien valorada, que constaba de 207 páginas dedicadas a los principios de clasificación de uno de los géneros (genus Mycosphaerella) más numerosos del gran grupo de los ascomicetos. Estos hongos pueden ser unicelulares o estar formados por numerosas células, aunque no se diferencian en tallos, raíces y hojas. Han sido aislados de lugares extremos, desde dentro de rocas en la planicie helada de Antártica hasta las profundidades del mar.
Según ha descrito una de las principales expertas mundiales en hongos, Meredith May Blackwell, junto a sus colaboradores, en Michigan la joven entabló amistades entre sus compañeros de graduación que duraron toda su vida. En junio de 1956 se casó con uno de ellos, Howard Elson Bigelow (1923-1987). La pareja pasó ese verano recolectando hongos en el norte de Maine, y luego se desplazaron a Montreal donde ella trabajó en el Consejo Nacional de Investigación (National Research Council) del Instituto de Botánica de la Universidad de Montreal.
En septiembre de 1957, Howard Bigelow fue contratado como instructor de botánica en la Universidad de Massachusetts. Debido a las leyes contra el nepotismo, que impedía a familiares trabajar en el mismo centro, Margaret Barr no pudo tener un contrato oficial en el departamento. Sin embargo, sí se le permitió ser «mujer auxiliar», lo que la autorizaría a enseñar e investigar durante varios años con solo una modesta compensación económica. Con el tiempo, después de que se revisaran las leyes de nepotismo, dejó de ser contratada año a año como instructora principiante, alcanzando rápidamente el rango de profesora.
Acerca de la personalidad de Margaret Barr, Meredith M. Blackwell y colaboradores traen a colación una carta escrita por uno de sus estudiantes graduado en 1984, Jean Boise Cargill, quien apuntaba que «su falta de pretensiones la convertía en muy accesible para sus colegas profesionales de todo el mundo. Margaret mostraba el mismo respeto por quienes optaban por dedicarse solo a la investigación como por los elogiados profesores universitarios. Ella me enseñó que no es el firmante el que cuenta, es la calidad del trabajo». Boise Cagill recordaba también que la científica daba un elevado valor a la publicación de los resultados, pues «Margaret pensaba que incluso la idea más brillantemente concebida se quedaba sin valor a menos que se imprimiera».
Margaret Barr y Howard Bigelow permanecieron en Massachusetts durante 30 años. A lo largo de este tiempo ella, además de sus propios proyectos de investigación, realizó diversas tareas en el campo académico. Por ejemplo, sirvió varios años como moderadora de la Mycological Society of America (MSA); también fue su vicepresidenta (1979-1980) y presidenta (1981-1982). Asimismo, moderó las reuniones del American Institute of Biological Sciences (AIBS). Y, solo por citar una actividad más, entre 1976 y 1980 fue la editora jefa de Mycologia, la revista de la citada Sociedad Micológica.
Su marido, Howard Bigelow, murió en 1987. Dos años más tarde, Margaret Barr Bigelow se jubiló y decidió mudarse a vivir en su país natal, concretamente a Sidney, British Columbia. Poco antes del retiro de la micóloga, los aproximadamente 40 000 especímenes del Herbario de la Universidad de Massachusetts, cuya mayor parte estaba constituida por las colecciones de Margaret y Howard Bigelow, se trasfirieron al Jardín Botánico de Nueva York (New York Botanical Garden), donde se conservan en la actualidad.
Últimos años de una incansable erudita
Margaret E. Barr Bigelow publicó alrededor de 150 trabajos científicos principalmente dedicados a diversos grupos de ascomicetos; «muchos de ellos proporcionan esquemas y descripciones de miles de hongos olvidados pertenecientes a grupos que poca gente conoce hoy», han subrayado Blackwell y colaboradores. Además, sus extensos y especializados volúmenes continúan siendo importantes referencias para las colecciones de hongos de Norteamérica, y también para especímenes procedentes de otros lugares.
Debido a su experiencia enciclopédica, Barr Bigelow fue muy solicitada como colaboradora por un elevado número de especialistas. Recolectores de todo el mundo le enviaron especímenes para su identificación. La tenaz micóloga, aunque retirada, trabajó diariamente durante varios años en estudios monográficos sobre diversos ascomicetes. Describió hongos de zonas tan lejanas como Hawái, China, Australia, Japón y España. Colaboró con gran número de especialistas, y en el contexto moderno ofreció sus conocimientos para diversos estudios moleculares.

La posición única que ocupó Margaret Barr Bigelow, junto a las importantes conexiones que tuvo con sus colegas, se tradujo en valiosas descripciones de nuevas especies, dando lugar a que la comunidad especializada nombrara en su honor al menos a cinco géneros de hongos (Barrella, Barria, Barrina, Barrmaelia, Mebarria), entre ellos a un hongo fósil (Margaretbarromyces) y a un número de especies demasiado elevado para incluir en este listado. Entre tanto mérito, también hay que mencionar que en 1992 la citada Mycological Society of America, otorgó a Margaret Barr Bigelow el honorable título de Micóloga Distinguida.
En 2007, esta original micóloga publicaba su último artículo dedicado a una nueva especie procedente del oeste de Canadá. El 1 de abril de 2008, a los 85 años de edad, Margaret Barr Bigelow fallecía en Sidney, víctima de un ataque cardíaco.
Emory Simmons, el prestigioso micólogo colaborador del artículo en que hemos basado esta breve semblanza, ha escrito unos párrafos personales basados en largos años de su interacción profesional y estrecha amistad con la científica. A continuación, incluimos un fragmento recordatorio de tan brillante botánica
La biografía de Margaret, su curriculum vitae y la lista de sus publicaciones resumen una vida de intensa dedicación a una carrera de enseñanza a nivel universitario y de investigación sobre los hábitos y complejidades microscópicas del grupo de organismos que ella eligió: la taxonomía especializada de los ascomicetos. Sus logros han sido ilustrativos más allá de lo acostumbrado para sus estudiantes y para los micólogos: una imponente producción de perspicaz descripción y clasificación del rango de especies que tanto le interesó.
Addenda
Tres importantes micólogos han escrito un celebrado artículo sobre esta apreciada botánica, titulado Margaret Elizabeth Barr Bigelow 1923–2008, y del que hemos obtenido la información que aquí se incluye. Nos ha parecido de interés incorporar una breve referencia a las autoras y el autor de esa fuente casi única sobre tan relevante micóloga.
Meredith May Blackwell. Nacida en 1940 es, como se ha apuntado, una respetada experta internacional en hongos. Durante más de 30 años ha sido profesora de la Universidad de Louisiana (Louisiana State University), dedicando su investigación a la filogenia y a la sistemática de los hongos, esto es, las relaciones de parentesco entre distintas especies a partir de su historia evolutiva. Blackwell ha ocupado numerosos cargos en la prestigiosa Mycological Society of America, la cual ha premiado su trabajo en las vertientes de investigación y docencia.
Emory G. Simons (1920-2013) fue un excelente micólogo muy respetado por la comunidad especializada, y ha sido presidente honorario de la Intenational Mycological Association. En 2008 se le otorgó el apreciado Premio Johanna Westerdijk, quien, como hemos descrito en este blog, fue una distinguida micóloga que en 1917 se convirtió en la primera mujer profesora de la Universidad de Utrecht, Países Bajos. Simons también recibió, esta vez en 2010, la valorada Medalla Ainsworth, que representa el máximo honor que la International Mycological Association puede otorgar a un experto en reconocimiento a sus contribuciones extraordinarias.
Sabine M. Huhndorf, nacida en 1958, es una investigadora académica del Museo Field de Historia Natural (Field Museum of Natural History). Fundado en 1893, esta institución se encuentra en la ciudad de Chicago y es uno de los mayores y más importantes museos de historia natural en el mundo. Huhndorf se formó en la Universidad de Chicago especializándose en sistemática y biogeografía de hongos. Realiza sus investigaciones en el Neotrópico, la extensa región que incluye desde el sur de México y Centroamérica hasta el norte de Sudamérica. La comunidad de especialistas considera sus originales contribuciones a la micología de notable interés.
Ese recordatorio proveniente de tan distinguidos autores, verifica que Margaret Elizabeth Barr Bigelow fue una figura sobresaliente en un campo tan especial como imprescindible en la micología.
Referencias
- Blackwell, Meredith; Emory Simmons and Sabine Huhndorf (2008). Margaret Elizabeth Barr Bigelow 1923–2008. Pages 281-283. Published online: 20 Jan 2017
- Margaret Barr Obituary. The Times Colonists
- Wikipedia: Margaret Barr Bigelow
Sobre la autora
Carolina Martínez Pulido es Doctora en Biología y ha sido Profesora Titular del Departamento de Biología Vegetal de la ULL. Su actividad prioritaria es la divulgación científica y ha escrito varios libros sobre mujer y ciencia.