A muchos la física nos cierra el camino de la ciencia; tan solo pronunciar la palabra nos bloquea. El miedo suele alimentarse de la ignorancia, y lo que pensamos que será incomprensible, lo rechazamos. Es una fuerza que nos hace retroceder de forma instantánea, el mismo movimiento que haría el Conde Drácula cuando los demás personajes de la novela de Bram Stoker mostraran el crucifijo. A Susana Marcos (Salamanca, 1970) le ocurrió todo lo contrario cuando cursaba secundaria; una profesora del instituto explicaba tan bien la física que se decidió a estudiarla, y eso que su familia pertenecía al mundo de las letras.
Como ocurre en la literatura, hay decisiones nimias que desencadenan acontecimientos que cambian la vida de una persona. Estos son los mejores relatos. Susana se fascinó por la física en su infancia gracias al buen hacer de una profesora, terminó adentrándose en el mundo de la óptica y la visión humana, se especializó en ella y recientemente ha conseguido el Premio Nacional de Investigación Leonardo Torres Quevedo, en el área de ingenierías, por sus contribuciones pioneras a la ingeniería óptica y fotónica, y al desarrollo industrial de instrumentos de diagnóstico y corrección en oftalmología.
Estos premios fueron creados en 1982 y son el reconocimiento más importante que se concede en España en el ámbito de la investigación científica. Este año, además de Susana Marcos, ha sido galardonada Ángela Nieto, y con ellas ya son seis las mujeres que han conseguido este premio frente a 73 hombres. Las candidaturas que se han presentado a esta edición también muestran una diferencia de género abismal, ya que de las 66 solicitudes, solo 22 han sido de mujeres (33,3%) y 44 de hombres (66,7%). Marcos explica en una entrevista que “cuando uno mira los números, se ven diferencias de género, particularmente en el área de la física. Por ejemplo, en los congresos de ingeniería y física a los que yo voy, a veces uno cuenta el número de mujeres por filas y hay muy pocas”. De la misma manera, apunta a que muchas veces ella es la única ponente invitada a un congreso de estas características.
Una carrera sin fin
Susana Marcos se licenció y se doctoró en Ciencias Físicas por la Universidad de Salamanca (USAL). Después trabajó como becaria en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) gracias a un programa de Becas de Introducción a la Investigación. Asimismo, se formó en diferentes instituciones en Europa y Estados Unidos con estudios postdoctorales; pasó tres años en la Universidad de Harvard como investigadora, por ejemplo. A su regreso a España, obtuvo un puesto en el CSIC, primero como científica titular y más tarde como profesora de investigación. Actualmente es la directora del laboratorio de Óptica Visual y Biofotónica del Instituto de Óptica del CSIC.
El objetivo que persiguen en este laboratorio es claro: desarrollar técnicas de imagen para la investigación del sistema visual humano y nuevas alternativas de corrección de la visión. Con todo ello, quieren llegar a comprender los mecanismos de imagen del sistema óptico del ojo, avanzar en la comprensión de los mecanismos biológicos y el diagnóstico precoz de las patologías oculares y crear nuevos diseños de correcciones refractivas y presbiópicas.
Susana Marcos es inventora de diecisiete familias de patentes, once con licencia para la industria, co-inventora de la tecnología SimVis y co-fundadora de 2EyesVision. Ha recibido numerosos premios prestigiosos, entre ellos, la medalla Adolph Lomb (2002) otorgada por la Sociedad Óptica Estadounidense (Optical Society of America-OSA), el ICO, concedido por la Comisión Internacional de Óptica (2007), un doctorado Honoris causa (2011) de la Academia de Ciencia y Tecnología de Ucrania o el Premio Fundación Rey Jaime I en la categoría de Nuevas Tecnologías (2017).
Un campo que abarca casi todo
No somos conscientes de que muchas de las cosas que nos rodean están basadas en tecnologías de la física y muchas de ellas corresponden al ámbito de la óptica. Además, es un campo de la ciencia que abarca varias disciplinas: pueden encontrarse la ingeniería, la física, la biología y la neurociencia, entre otras. Esta profesión requiere un trabajo minucioso y por ello, el equipo que dirige Marcos apuesta por “un modelo de excelencia y estar en la frontera del conocimiento”. En particular, ella explica en esta entrevista que su equipo se encarga de desarrollar herramientas diagnósticas que el oftalmólogo o el cirujano pueda utilizar en su práctica diaria. “Queremos hacer algo útil y que repercuta en la sociedad”, explica.
La vida del investigador es “muy sacrificada”, dice Marcos, pero también añade que te da cosas buenas, como el poder llegar a casa y decir que te ha salido el resultado que tanto ansiabas. Al fin y al cabo, como dijo en una ocasión Nikola Tesla: “No hay emoción más intensa que ver un invento funcionar”. Aún hay camino en la ciencia para Susana Marcos, el premio es solo un empujón más. Quizá su éxito resida en que ha sabido afrontarlo todo; la convicción por realizar sus metas ha podido con los obstáculos.
Referencias
- Belén Juárez, Los Premios Nacionales de Investigación distinguen los avances en medicina, humanidades e ingeniería, El País, 10 julio 2019
- Susana Marcos: “Hay diferencias de género, particularmente en física”, Mujeres con ciencia, En la red, 3 septiembre 2016
- Susana Marcos Celestino, Wikipedia
- Susana Marcos, CSIC
Sobre la autora
Uxue Razkin es periodista y colaboradora del blog de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU Zientzia Kaiera.