La estadística como ciencia, en el sentido que la entendemos ahora, comenzó su andadura en Inglaterra, en las primeras décadas del siglo XX. La idea de que las variaciones en las observaciones de una variable aleatoria son producto del azar y no de la ignorancia se asociaba con la idea de libertades individuales. Ronald Fischer fue uno de los estadísticos clave de la época, impulsor del paso de la estadística como búsqueda de patrones en grandes masas de datos (de ahí el nombre de estadística, asociado a los estudios del estado), de la búsqueda de l’homme moyen, al estudio de la estructura de probabilidades individuales y, de ahí, al desarrollo de la inferencia estadística.
George Snedecor era matemático, profesor en el departamento de Matemáticas del Iowa State College, consciente de la utilidad del desarrollo de la estadística como ciencia. Por ello, invitó a Fischer a realizar una visita. Fruto de la colaboración entre ambos conocemos hoy la distribución F de Fischer-Snedecor.
En ese contexto de cambio y discusiones intelectuales, cuyos protagonistas eran naturalmente varones (el papel de las mujeres que trabajaban en los departamentos en esa época era relegado al de calculadoras) aparece Gertrude Cox.
Gertrude Cox nació en Iowa, un 13 de enero de 1900. Se preparaba para ser diaconisa en la iglesia Episcopal metodista, para lo que necesitaba un grado universitario (bachelor). Decidió hacerlo en matemáticas porque, como escribió en su diario, le resultaba fácil. Se fue al Iowa State College y allí conoció a George Snedecor. Recientemente implantados los estudios de Máster en Estadística, Cox fue la primera persona en obtener el título. En 1933, después de una corta estancia en Berkeley, aceptó un contrato como “calculadora” en el laboratorio de Estadística de Snedecor.
En Iowa comenzó su fructífera carrera profesional, pionera en las aplicaciones de las nuevas técnicas estadísticas a campos del conocimiento como la agricultura y ciencias de la vida.
En colaboración con William Cochran escribió el libro de texto Experimental Designs [1], un libro básico que todavía hoy es utilizado como referencia en docencia e investigación.
Gertrude Cox era una persona con convicción de la importancia de su trabajo, que además era capaz de inspirar y transmitir su pasión a quienes trabajaban con ella. Esa combinación de conocimiento, trabajo y facilidad para crear grupos de trabajo le permitió crear un “imperio” estadístico, localizado en Carolina del Norte, que promocionó el uso de la estadística a nivel nacional e internacional.
Sin embargo, su llegada a Carolina del Norte no fue sencilla. El presidente de la universidad, Frank Graham, en colaboración con el departamento de Agricultura, querían establecer un programa similar al de Iowa. Para llevarlo a cabo, Graham le pidió a Snedecor que le diera nombres de posibles directores. Snedecor le dio cinco nombres, varones por supuesto.
Cox le preguntó las razones por las que ella no fue recomendada; simplemente ese puesto no era aconsejable para ella, nadie haría caso a una mujer como directora de un departamento, y menos en una universidad sureña.
Sin embargo, ante la disposición de Cox, en una carta fechada en septiembre de 1940, Snedecor matizó la recomendación de los candidatos añadiendo, “pero si está dispuesto a considerar a una mujer, sepa que entonces no conozco persona mejor cualificada que Gertrude Cox”.
Gertrude fue propuesta y, naturalmente, aceptó, creando el departamento de Estadística Experimental en la Escuela de Agricultura de North Carolina State College, probablemente el primer departamento de estadística independiente.
Cox fue una pionera, y a las dificultades de ser pionera y romper moldes, se le añadía el hecho de ser mujer. Ella era consciente de que eso le dificultaba el poder de persuasión ante la administración, ante sus compañeros o ante posibles financiadores. Por ello, en algunos casos llegó a pedir a colegas que presentaran por ella su punto de vista.
Consolidada su posición, en 1945, llegó a ser redactora jefe (durante 11 años) del Biometrics Bulletin de la American Statistical Association (ASA). En 1947 fundó la Biometric Society y fue presidenta de la ASA en 1956 y de la Biometric Society en 1968 y 1969.
Entre los reconocimientos recibidos, se destaca su nombramiento como socia de la American Statistics Association en 1944 y del Institute of Mathematical Statistics. En 1949 se convirtió en la primera mujer electa en el International Statistical Institute. En 1957, se la nombró socio de honor de la Royal Statistical Society. En 1975 fue elegida para la Nacional Academy of Sciences. En 1977 se instauró en su honor, en la Universidad de Carolina del Norte, la beca de investigación Gertrude M. Cox.
La calidad de su influencia se puede apreciar en estas dos frases:
Gertrude Cox murió de leucemia en octubre de 1978. De ella dijeron sus compañeros “para aquellos de nosotros que fuimos afortunados de estar con ella tanto tiempo, Raleigh nunca será lo mismo” [3].
Referencias
[1] Cochrane W. G. and G. Cox, Experimental Designs, 1957 (second edition), Wiley.
[2] Cochrane W.G., Gertrude Mary Cox, 1900-1978. International Statistical Review. 47(1), 1979
[3] Anderson RL, Monroe R, Nelson L., Gertrude Cox – a modern pioneer in statistics. Biometrics 35, 3-7,1979
Sobre la autora
Eva Ferreira es licenciada en Matemáticas, doctora en Economía y profesora de Estadística en la UPV/EHU. Es investigadora de teoría de procesos estocásticos y aplicaciones, y realiza divulgación sobre las aplicaciones de modelos probabilísticos.