Maritza Soto es una astrónoma chilena que, a sus veintiséis años, ya cuenta con el descubrimiento de un planeta. Con una sinceridad y humildad admirables, Soto rememora cómo ocurrió ese momento, explica la situación de la astronomía en Chile y sus futuros planes.
Pilar Bayón (PB) ¿Cómo fueron tus primeros pasos en la astronomía?
Maritza Soto (MS) A los once años empecé a leer enciclopedias con distintos temas. Había tomos de plantas e insectos, pero el que más me interesaba era el de astronomía. Lo leía muchas veces. Más adelante, pedí a la biblioteca libros de astronomía y me informé de qué temas debía dominar para dedicarme a ello. Vi que la astronomía tiene mucho de matemáticas y física, pero justamente esas materias me iban muy bien en la escuela. En cuanto a mis padres, a pesar provenir de otra rama y ser abogados, no me desanimaron y me compraban los libros necesarios.
(PB) ¿Cómo fue el descubrimiento del planeta?
(MS) Cuando pensé que podía haber un planeta estaba feliz. Llegue hasta él con mucho trabajo y datos analizados. Nada fue al azar. El problema es que observar un planeta al lado de una estrella es como observar una mosca orbitar alrededor de un faro. La luz del faro es tan potente que la luz de la mosca no se ve. El astrónomo tiene que buscar diferentes métodos indirectos para inferir si allí podría haber un planeta o no.
(PB) ¿Cómo es este exoplaneta?
(MS) Se trata de un exoplaneta gaseoso y de gran tamaño. Exoplaneta quiere decir que está fuera del Sistema Solar en el que habitamos. Tomó el nombre de HD 110014c porque se les nombra a partir de la estrella a la que están asociados, en este caso, la HD 110014, y se le añade una letra que determina su posición. De esta manera, la letra a sería la propia estrella, b el planeta que ya se conocía y c sería el segundo planeta descubierto. No se les puede nombrar diferente porque son muchos y serían difíciles de recordar.
(PB) ¿En qué proyectos trabajas actualmente?
(MS) Actualmente, no estoy investigando más ese planeta porque no hay más datos de los ya analizados. Me he embarcado en otros proyectos y ahora me encuentro en Cambridge, estudiando becada como parte de mi Doctorado en Exoplanetas. Trabajo en la determinación de los parámetros atmosféricos estelares como la temperatura, gravedad y la metalicidad, que caracterizan los sistemas planetarios. También estoy involucrada en el proyecto NGTS (Next-Generation Transit Survey) que tiene doce telescopios en el norte de Chile y se dedica a la detección de exoplanetas utilizando el método de tránsito.
(PB) ¿En qué consiste este método?
(MS) El método consiste en observar las estrellas muchas noches y esperar el momento en el que el planeta pasa delante de la estrella. Si el telescopio es muy sensible, se ve como el brillo de la estrella bajará. El problema es que es casi imperceptible, solo el 1%. Si este fenómeno pasa cada cierto día en un momento determinado, se puede intuir que hay un planeta. Hay planetas que orbitan muy cerca y pueden ser engullidos por la estrella, pero la mayoría son como en el Sistema Solar, los planetas simplemente dan vueltas alrededor de la estrella.
(PB) ¿Qué supuso para ti el revuelo mediático creado por el descubrimiento del planeta?
(MS) En mi caso, fue difícil compaginar la rutina diaria con los medios, pero entiendo que fue importante para poner la astronomía en el ojo público y que la gente se interesara por ello.
(PB) ¿Te abrió puertas el descubrimiento?
(MS) No, la verdad es que no estoy en Cambridge por lo del descubrimiento del planeta. El paper –publicado en los Monthly Notices of the Royal Astronomical Society– y el descubrimiento lo que hicieron fue mostrar que investigo en planetas y que esa es mi área, pero se necesita trabajar más.
Terminé aquí porque mi profesor guía, James Jenkins, estaba involucrado en el proyecto y quería que yo trabajara en él también. La razón es que, al tratarse de un proyecto grande, con muchos colaboradores e internacional, era muy bueno para mi carrera. De manera que en un congreso en Hawái, me presenté ante al profesor con el que estoy colaborando aquí. Le dije que estaba muy interesada en trabajar y él me invitó a unirme e ir a Cambridge. La iniciativa en la ciencia es muy importante.
(PB) ¿Qué destacarías de ser astrónomo?
(MS) Por un lado, la falta de la estabilidad. El astrónomo puede ir a investigar a cualquier parte del mundo durante dos o tres años. Si te gusta viajar es maravilloso, porque puedes conocer mucha gente en los congresos y visitar lugares exóticos. En cambio, si uno quiere asentarse, tener una casa o formar una familia, a veces no estar en un sitio fijo lo dificulta.
Por otro lado, encontramos los horarios. Cuando eres investigador, sueles tener más libertad de horario y puedes trabajar desde cualquier lado con tu computadora. Esto, sin embargo, hace que sea más difícil desconectar del trabajo.
(PB) Se suele imaginar al astrónomo mirando constantemente a través de un telescopio, ¿qué hay de cierto en ello?
(MS) Cuando digo que soy astrónoma, la gente se queda muy impresionada. No hay mucha gente dedicada a ello, y no aparece en los medios normalmente. A pesar de lo que se piensa, pasamos más tiempo frente al computador que al telescopio. Las observaciones se hacen durante tres noches o una semana, y eso es todo. Después vuelves y trabajas en el ordenador todo el día.
Los descubrimientos hacen este trabajo muy interesante, pero tras las primeras veces, ya se hace más duro porque aunque estés cansada, debes estar despierta toda la noche.
(PB) ¿Cómo es la ciencia en Chile? ¿Cuál es el papel de la astronomía?
(MS) Desde el punto de vista de la ciencia en general, Chile tiene un gran potencial. El problema es que no se habla lo suficiente sobre las investigaciones, especialmente llevadas a cabo por los propios chilenos. En el caso de la astronomía, últimamente hay mucho interés por este ámbito en el país. No obstante, los presupuestos dedicados a la astronomía, son los mismos que había antes, cuando no había tantos investigadores, y sin inversión no se puede avanzar.
Mucha gente se pregunta, ¿por qué aumentar los presupuestos en astronomía? ¿Qué aporta? Para estos casos, digo que lo importante en la ciencia no es tanto lo material que se haga, sino que se gana conocimiento. En el caso de la astronomía se intenta, por ejemplo, saber cómo se ha formado el sistema solar, entender mejor nuestro planeta y explicar cómo cambian el universo y las estrellas. Es cierto que muchas veces no da dinero automáticamente pero, a largo plazo, hace que más científicos quieran ir a estudiar al país y que crezca la comunidad. Un ejemplo de ello es Estados Unidos que, aunque no tuviera los telescopios más grandes, los astrónomos querrían estudiar allí.
(PB) ¿Qué cambiarías la manera en la que se muestra la ciencia?
(MS) Para que la gente vea más accesible la ciencia, ésta debe salir más en la prensa y así acostumbrarse a los términos en los que se habla, mostrar cómo es y cómo se hace. También, hay muchos estereotipos sobre los científicos. Siempre parece que son como los de la serie Big Ban Theory y no tiene por qué ser así. La ciencia no es algo del otro mundo, es una profesión difícil, pero como muchas otras. No es algo ‘paranormal’.
(PB) ¿Cómo ves la situación de las mujeres en la ciencia?
(MS) Yo particularmente nunca he tenido problemas para estar integrada. Iba y trabajaba como los demás. Nunca nadie me dijo que no podía hacerlo. Ese es mi caso, sé que no ha sido para el todo el mundo. En Estados Unidos, el año pasado se descubrió que Geoff Marcy –profesor y astrónomo de la Universidad de California, que ha sido mencionado como un posible ganador del Premio Nobel de Física–, había sido acusado de abusar de sus estudiantes durante años. Esas cosas siguen pasando, y no ayuda a que las mujeres quieran seguir en la astronomía u otros trabajos.
La tasa de hombres que entran y salen de estudios de astronomía es muy similar a la de mujeres, pero son pocas las mujeres que se atreven, y por eso van a hacer menos que los hombres en las ciencias. Creo que es importante que las niñas se atrevan si les gusta la ciencia. Puede suceder que se quieran dedicar y después no les guste, pero al menos creo que es importante dar la misma oportunidad a todos.
Sobre la autora
Pilar Bayón es estudiante del Doble Grado de Periodismo y Relaciones Internaciones de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.