Dos jóvenes etnólogas: Thérèse Rivière y Germaine Tillion

Ciencia y más

En los años treinta, los franceses se lanzaron a documentar etnológicamente sus territorios coloniales. El interés por los modos de vida llamados primitivos había aumentado tanto entre los científicos europeos como entre los gobiernos. En los años previos a la Segunda Guerra Mundial, cuando los franceses vivían todavía de espaldas a la amenaza creciente en Alemania, enviaron varias expediciones de carácter etnográfico a sus colonias: Michel Leiris y Marcel Griaude fueron a la zona de Dakar-Djibouti y Claude Lévi-Strauss comenzó sus expediciones a la Amazonia. En 1935, el estudio de los territorios más desconocidos de Argelia y sus poblaciones nómadas, concretamente el estilo de vida de los chaouis asentados en la zona de Aurés, se encargó a dos jóvenes investigadoras Thérèse Rivière y Germaine Tillion.

Thérèse Rivière y Germaine Tillion en el Aurés, 1935-1936.
Fotografías ©Germaine Tillion o Jacques Faublée y ©Thérèse Rivière.

Las dos jóvenes, Thérèse y Germaine, pasaron varios meses con los chaouis documentando sus modos de vida. Los chaouis, de habla bereber, eran trashumantes con agricultura en las terrazas de las montañas del Aurés, una zona de la cordillera del Atlas muy poco desarrollada y que había permanecido muy al margen de la influencia de la colonia francesa más centrada en la capital y en la costa. Durante su expedición, Thérèse se dedicó a documentar la parte más material, las actividades físicas: el pastoreo, los cultivos, la recogida de frutos y la economía y Germaine se centró en el estudio de las relaciones de parentesco y la organización del poder.

¿Cómo llegaron Thérèse y Germaine a realizar esta investigación?

Thérèse había nacido en París en 1901. Su padre era un alto funcionario de la administración y uno de sus tíos, Henri Rivière, era coleccionista, grabador y fotógrafo, puede que de ahí surgiera el interés de Thérèse por la fotografía. Tras realizar sus estudios, trabajó como diseñadora industrial hasta que en 1928 y tras el nombramiento de su hermano como responsable del Museo Etnográfico de París, entró como secretaria allí. Durante los años posteriores recibe una sólida formación sobre tratamiento documental y museografía y se forma en el Instituto de Etnología. Posteriormente fue nombrada jefa del departamento del África blanca y Levante.

Por su parte, Germaine, seis años más joven que Thérèse había nacido en la zona del Alto Loira, su padre era juez y su madre profesora. Estudió antropología en París y enseguida decidió dedicarse a la etnografía. Al terminar sus estudios y tras un viaje a Prusia oriental en 1932 donde entra en contacto con las primeras manifestaciones del espíritu nazi es reclutada por el Museo Etnográfico del Trocadero para formar parte de la misión a los Aurés dirigida por Rivière.

Agenda de 1936 de Thérèse Rivière.

Rivière y Tillion convivieron con las tribus bereberes. Hicieron fotografías, grabaron imágenes en movimiento, escribieron pormenorizadas notas de campo y recogieron miles de objetos que Rivière se llevó a Francia para su estudio y catalogación en el museo.

Durante los siguientes diez años, desde su vuelta de Aurés, Rivière alternó su trabajo en el museo con numerosos ingresos psiquiátricos. En 1943, junto con Jacques Fauble organizó la exposición de sobre las expediciones a Aurés y el catálogo pormenorizado. En 1946, montó la película que ella misma había rodado diez años antes y que muestra una sociedad tradicional que desaparecería diez años después con los cambios provocados por la guerra de independencia de Argelia. En 1948 tuvo una nueva recaída en su enfermedad y permaneció ingresada en un hospital mental hasta su muerte en 1970.

Tillion, por su parte, permaneció casi cinco años más en Argel. En 1940, firmado el armisticio con los alemanes, creyó estar a salvo y volvió a Francia donde pasó a formar parte de la resistencia. En 1942 fue arrestada y meses después trasladada al campo de concentración de Ravensbruck junto con su madre que murió allí en marzo de 1945. Ella escapó en la primavera de ese año en una operación de rescate de la Cruz Roja sueca negociada por Folke Bernadotte.

Tillion llevó al campo todas sus notas y cuadernos sobre Aurés y allí se perdieron para siempre. Después de la liberación en 1945, se dedicó al estudio y la memoria de lo ocurrido en los campos de concentración persiguiendo que el conocimiento de lo que allí ocurrió permita evitar su repetición. En 1973, publicó Ravensbruck una crónica personal de su cautiverio documentando de manera casi antropológica el funcionamiento del campo de concentración y las cámaras de gas. En 1954 volvió a Argelia inmersa ésta ya en una guerra que llevaría a su independencia en 1966. Tillion murió en 2008 a los 101 años.

«Viví momentos excepcionales, entusiasmantes, cabalgando de madrugada, al alba, por el desierto» recordaba Tillion más de cincuenta años después de la expedición. Los materiales, fotografías, objetos y hasta los dibujos que los niños pequeños de la tribu de los chaouis les dieron, permanecieron durante años y años olvidados en cajas. A comienzos de este siglo volvieron a recuperarse y yo he conocido la existencia de estas dos mujeres y de su increíble expedición gracias a una exposición que se está celebrando en Montpellier y que recoge ciento veinte fotografías realizadas en aquella expedición. Estas fotografías nos permiten asomarnos a un modo de vida que ya no existe y, a su vez, podemos ver a Rivière y Tillion, realizando su trabajo, haciendo investigación de campo, recabando datos y disfrutando de la experiencia.

Para saber más

Sobre la autora

Ana Ribera (Molinos), historiadora con 16 años de experiencia en el mundo de la televisión. Autora de los blogs: Cosas que (me) pasan y Pisando Charcos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *.

Este sitio está protegido por reCaptcha y se aplican la Política de privacidad y los Términos de servicio de Google