Una vida en tres actos (I)

Vidas científicas

Marie Stopes, primera mujer en doctorarse por la Universidad de Múnich, pimera mujer miembro de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Mánchester, la doctora en ciencias más joven de Reino Unido, paleontóloga brillante, defensora de los derechos de la mujer, pionera en el control de natalidad también (abrió la primera clínica de control de natalidad de Reino Unido) y, finalmente, literata.

Marie Stopes.

Estudiante brillante

Nacida en Edimburgo en 1880, hija del ingeniero, paleontólogo y arquitecto Henry Stopes y la erudita shakesperiana y defensora de los derechos de la mujer Charlotte Carmichael Stopes, Marie Stopes no recibió educación formal hasta los 12 años.

Cuando se matriculó en el University College de Londres trató de estudiar química, sin embargo, no fue aceptada en el departamento. Francis Wall Oliver la aceptó en su departamento de botánica, de manera que estudió botánica con química y zoología como asignaturas subsidiarias. Estudiante brillante, recibió la medalla de oro (reconocimiento de la universidad) en su primer año en botánica.

Con el objetivo de graduarse en el menor tiempo posible, en su segundo año se matriculó en zoología en una segunda universidad, Birkbeck College, donde acudía a clases nocturnas.

En 1902, y tras solo dos años, se graduó en botánica y geología. Gracias a sus brillantes notas pasó a convertirse en asistente de investigación de los profesores Francis Wall Oliver y Dukinfield Henry Scott, ambos pioneros en paleobotánica reproductiva.

Sus logros académicos también le valieron la beca Gilchrist Scholarship, que le otorgó fondos para realizar la tesis doctoral en el extranjero. Así, en 1903, viajó a Alemania al Instituto Botánico de la Universidad de Múnich para hacer la tesis.

Fue la primera mujer en formar parte del Instituto Botánico de la Universidad de Múnich y la única mujer entre quinientos hombres. En 1904 se convirtió en la primera mujer en doctorarse en esta universidad, para lo que tuvieron que modificar las normas de la institución. Se doctoró magna cum laude con un trabajo en alemán sobre la estructura y función de las semillas de cycas, consideradas fósiles vegetales.

Cuando regresó a Mánchester en 1904 fue contratada como “demonstrator” en el Departamento de Botánica de la Universidad de Mánchester, convirtiéndose en la primera mujer en impartir clases de ciencia en esta universidad.

Mientras trabajaba en la Universidad de Mánchester, consiguió el DSc. (doctorado en Ciencias, en Reino Unido un doctorado más elevado que el PhD.) por la London University a los 24 años, convirtiéndose en la persona más joven en conseguirlo.

Bolas de carbón y más

A lo largo de su carrera investigó varias áreas de la paleobotánica, entre ellas las bolas de carbón, que en realidad no son carbón, sino formas de vida permineralizadas ricas en calcio. Sus trabajos en este área fueron transcendentales y la convirtieron en una de las paleobotánicas más importantes de su tiempo en Reino Unido.

Su trabajo junto a D. M. S. Watson, On the present distribution and origin of the calcareous concretions in coal seams, known as ‘coal balls’, se convirtió en un referente en el ámbito de la paleobotánica que aún hoy se considera una teoría plausible para explicar la formación de las bolas.

También definió cuatro litotipos del carbón: vitreno, dureno, clareno y fuseno. Acuñó el término maceral y su clasificación (llamada esquema Stopes-Heerlen), aunque con cambios, aún se usa.

Mánchester está estratégicamente situado entre los yacimientos de carbón de Lancashire y Yorkshire, una de las principales fuentes de bolas de carbón del mundo en aquella época. Marie Stopes se relacionaba con varios de los dueños de minas de la zona. Hasta el punto de que uno de ellos, W. H. Sutcliff, conseguía especímenes de bolas de carbón para que los estudiase. Gracias a ello descubrió una nueva especie que nombró en su honor: Tubicaulis sutcliffii.

Sin embargo, las bolas de carbón no fueron su única línea de investigación. Mientras daba clases en la universidad publicó su primer trabajo sobre plantas mesozoicas, que bien le podría haber valido la posterior invitación para hacer un catálogo de la colección de plantas del Cretácico del Museo de Historia Natural de Londres.

Las angiospermas también tuvieron importancia en su carrera científica. En este campo contribuyó de dos maneras. Por un lado, mientras trabajaba en el catálogo del museo, se topó con madera permineralizada de la época aptiana con angiospermas, en aquel momento un gran descubrimiento.

Cabe mencionar que estos resultados han sido cuestionados por no ser especímenes recogidos por la propia Marie Stopes y, por lo tanto, se discute su datación. A día de hoy hay otras evidencias de maderas de la era aptiana con angiospermas, de manera que el descubrimiento ha sido validado.

Por otro lado, y gracias a los materiales que desde Japón le envió Kenjiro Fujii, a quien conoció durante su estancia en Alemania, descubrió angiospermas en nódulos datados en el Cretácico, un gran descubrimiento paleobotánico.

Gracias a los especímenes de Japón consiguió financiación de la Royal Society para buscar fósiles de angiospermas durante un año (1907-1908) en aquel país. En ese viaje, además de varias investigaciones, tanto en solitario como conjuntas con Kenjiro Fujii, Marie Stopes escribió el libro A Journal From Japan.

Pero el viaje a Japón no fue el único de su vida profesional. De hecho, se produjo tras un intento fallido de viajar al Polo Sur. En 1905 Marie Stopes conoció al explorador Robert Falcon Scott, a quien trató de convencer para formar parte de la Expedición Terra Nova durante una cena en la que coincidieron. Finalmente no se unió a la expedición. Parece ser que convenció al capitán para que le proporcionase fósiles ya que, cuando hallaron los restos del Capitán Scott, también encontraron ejemplares de plantas fósiles.

Pero no termina aquí la aportación de Marie Stopes a la paleobotánica, también trabajó en fósiles de plantas carboníferas. Invitada por el gobierno de Canadá escribió un informe donde identificó las especies de los fósiles en América.

Entre sus publicaciones científicas cabe destacar Ancient Plants, un pionero intento por acercar la paleobotánica a lectores legos en el tema, divulgando esta ciencia con un lenguaje llano.

Bibliografía

Nota

Ir a Una vida en tres actos (II)

Sobre la autora

Ziortza Guezuraga, periodista y colaboradora de la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

1 comentario

  • ¡Qué buen artículo y qué maravilla de mujer científica! Felicidades a la autora por recordar a una verdadera genia. Esperamos el próximo capítulo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *.

Este sitio está protegido por reCaptcha y se aplican la Política de privacidad y los Términos de servicio de Google